K. Gonzalez / Agencias
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La venezolana Romina Andreína Peraza Torres, de 34 años, no solo fue asesinada de 14 puñaladas, por su pareja Oscar Segundo Flores Rito, de 38 años. El homicida también la violó y obligó a una compañera de cuarto de su novia a grabar la espantosa escena.
El viernes se desarrolló la audiencia en contra de Flores, quien fue detenido preventivamente por seis meses, cuando intentaba escapar, tras cometer el femicidio.
La amiga de Peraza, también venezolana, declaró: “Escuché gritos en el cuarto y cuando fui a la habitación él tenía un cuchillo en la mano. La amenazó con que le diera el celular y la obligó a desnudarse. A mí me obligó a que los grabara con el teléfono, mientras la violaba y me dijo que, si no lo hacía, nos mataría a ambas”.
La testigo también reveló que Flores le ordenó que pusiera a calentar agua para desfigurarle el rostro a su novia.
En medio de la trifulca, la venezolana le ofreció 800 dólares en efectivo a su novio para que no les hiciera daño y le prometió que no lo denunciaría, pero las palabras de Peraza no fueron convincentes para Flores y comenzó a atacarla con el arma blanca en sus muslos.
La testigo aseguró que en un descuido del atacante ella pudo escapar y gritó que Flores tenía un cuchillo e iba a matar a su amiga. La situación alarmó al asesino y ayudó a Peraza a huir, pero cayó en una cuneta y fue atacada.
Romina dejó en orfandad dos hijos, uno de 15 y otro de 5 años.
Los hechos ocurrieron en la Urbanización Colinas de Santa Cruz, ciudad de David —al oeste de Panamá, a 444 kilómetros al oeste de la capital— donde, al parecer, residen varias mujeres venezolanas dedicadas a la prostitución. Flores tenía apenas 15 días de haber llegado a Panamá a visitar a Romina.
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