jueves, 4 de febrero de 2016

A los 2 cuñados y su amigo discapacitado los mataron en prédica religiosa


Marian Chávez
Panorama
Titulo foto: Virginia Mejía

Las balas derramaron la sangre de tres hombres que conversaban —dos cuñados y su amigo discapacitado—. En medio de una prédica religiosa fueron asesinados por unos motorizados, la noche del domingo 31 de enero, en el barrio Nueva Lucha de la parroquia San Isidro de Maracaibo. 

Los cuerpos quedaron tendidos en la calle 74 A  de la barriada. Fueron identificados como Jorge Luis Corona Chacín, conocido como “El Jinete” (29); su cuñado Raúl Enrique Oliveros (24), y su vecino Jordano Alberto Troconis Barboza, quien estaba en silla de ruedas y a quien  llamaban “El Nenuco” (27), un evangélico que llevaba su mensaje a los cuñados. 

“Raúl llegó de jugar en una cancha y se sentó a comer en la acera frente a la casa, como a las 8:30 pm. Luego, como a las 9:30 pm, llegó Jorge,  mi esposo del pool, en el camino se encontró a ‘El Nenuco’, quien vive a  una cuadra de mi casa, y se lo trajo. Se reunieron los tres y al ratico vi cuando dos hombres en una moto se acercaron y dispararon. Yo les grité: ‘Ya chamo, dejalos’. Tenían sus caras cubiertas con unos cascos”, narró Norbella Oliveros, hermana de Raúl y pareja de ‘El Jinete’. 

Oliveros recibió tres impactos en la clavícula, cuello y cara. Se conoció que no pudo correr porque más temprano se había lesionado  la pierna derecha.  “El Jinete” presentó heridas en el tórax y un labio. “El Nenuco” tenía tres disparos en el intercostal derecho.
 

Norbella negó que sus parientes tuvieran problemas  o deudas y recordó que solían jugar fútbol. 

Por su parte, Seina Ferrer, hermana de “El  Nenuco”, detalló que a él lo mataron porque estaba de testigo y, además, fue el último en ser tiroteado.   Su madre, Ligia Barboza, contó: “Ellos dispararon sin compasión; sin embargo, él no recibió ningún tiro en la primera ocasión. Los sicarios se regresaron y le dieron tres disparos. Mi hijo desde hace un año estaba en silla de ruedas por sufrir de Guillain Barré y, desde entonces, se metió a cristiano”, contó. 

“Ayer le dije que me acompañara a ver un programa, pero se fue a conversar con ‘El Jinete’ y Raúl, porque decía que había que aconsejarlos para que siguieran el  camino de Dios, que no había que marginar a las personas que estaban en malos pasos”, agregó la madre desconsolada.

Vecinos de la zona denunciaron que “los Oliveros no es la primera vez que reciben amenazas o atentan en contra de ellos. Robaban casas y bodegas, y son bachaqueros”, manifestó un habitante del lugar quien pidió resguardar su identidad.

 “El Nenuco” dejó cuatro hijos, y se dedicaba a vender golosinas y predicar el evangelio, mientras que Oliveros tuvo cinco niños y su esposa tiene 7 meses de embarazo. Era mototaxista.  ‘El Jinete’ dejó dos pequeños y hacía trabajos esporádicos en la barriada.  

 El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas inició las investigaciones para capturar a los homicidas y determinar el móvil del crimen. No descartan ninguna hipótesis. Informantes aseveraron que organismos policiales realizaron varios allanamientos en la zona. 

 

Jorge Corona, apodado “El Jinete”, asesinado. 
Jordano Troconis, asesinado.
   

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