El auge de las criptomonedas luce imparable en los albores del año 2018, justo casi 10 años luego de que el Bitcoin irrumpiera en la escena financiera y se consagrara a la fecha como la más popular de las monedas digitales.
Los sistemas financieros del mundo y de Venezuela se encuentran hoy en el preámbulo de un muy probable giro. Lo que en consecuencia implica unas modificaciones sustanciales en el entramado de la economía real tanto en el ámbito global como local. Intentando ser lo más pedagógicos posibles y deslindándonos un tanto del pesado lenguaje técnico que se impone en estos temas, intentamos hacer algunas aproximaciones a lo que podría venir en el mundo que los criptoactivos señalan.
Potenciales impactos de las criptomonedas en el ámbito global
-¿Regreso a los tiempos del mercantilismo? Los inicios de la banca moderna no por coincidencia se remontan a los tiempos en que el oro y la plata saqueada de América saturaban Europa. El mercantilismo vino de la mano de los particulares, quienes acuñaban monedas de oro y plata, creando así sus propios sellos adjudicándoles un valor de cambio. Antes de la constitución de los Estados-nación y antes de la existencia de los bancos centrales, la emisión monetaria estaba a manos de particulares. Así, de esta manera pero con las tecnologías y condiciones de nuestro tiempo, miles de criptomonedas se han desarrollado mediante el patrocinio de particulares o grupos asociados que han desarrollado plataformas y redes criptográficas, creando "de la nada", o más bien, por medio de la minería digital, unidades de moneda digital que, acorde a su cotización, tienen un valor de cambio por otras monedas reales, bienes o servicios.
-Estremecimiento de la banca convencional. El sentido "anarco-capitalista" de los aficionados al mundo de las criptomonedas es transversal y claramente palpable. Movidos por el afán de lucro (como en toda estructura financiera o parafinanciera en el mundo capitalista), el activismo de las monedas digitales apunta a un desconocimiento, un estremecimiento y una evasión a los mecanismos de bancas convencionales, que son en esencia intermediarios que se lucran con comisiones por el manejo de dinero y activos financieros que son propiedad de los usuarios. La "criptobanca" o sistema de redes libres para el intercambio de monedas digitales ha sumado a inversionistas que residen en la banca convencional, quienes ven atributos en el mundo de las monedas virtuales para, también, lucrarse pero escapando de los bancos.
-El Blockchain y los mecanismos de seguridad. La banca es lo que ha sido por el sentido de seguridad financiera y resguardo de los bienes financieros de sus clientes y usuarios. Esa lógica viene desde tiempos del mercantilismo, cuando un acaudalado que llegaba de América con cofres de oro lo dejaba al banquero del puerto para viajar y proteger su riqueza de los caminos llenos de bandoleros. A cambio recibía un papel, con el que llegaba a la ciudad destino para canjearlo por casi la misma cantidad de oro que había dejado en puerto. La palabra clave de toda la banca tradicional es la "confianza", pese a los fraudes, quiebras y derrumbes que han signado a los banqueros. ¿Cómo resolver el asunto de la confianza en un mundo digital donde pululan los fraudes? La palabra clave de la banca digital alternativa emergente es Blockchain.
La tecnología Blockchain ya está comenzando a reinventar la infraestructura para las finanzas globales. Se basa en un libro digital distribuido, orientado por consenso, que facilita y mantiene un registro de todas las transacciones históricas, sin la necesidad de un tercero. Transparenta procesos de intercambio. Según James Sinclair, gerente de márketing de Trade Finance Global, "es un concepto que podría revolucionar el comercio global y desafiar la existencia y el propósito de intermediarios tales como bancos comerciales y corredores".
-Un refugio para las tempestades y las crisis. Precisamente cuando estalló la crisis financiera de 2008 aparecieron las criptomonedas, en concreto, fue el Bitcoin el que abrió las puertas de un mundo completamente desconocido hasta el momento. Se presentaba entonces como un alternativa a las monedas tradicionales, que se habían devaluado bastante debido a la crisis y comenzaba a expandirse un nuevo sistema digital, con la facultad de que los poseedores de activos monetarios (dinero) podrían salvaguardar su capital en criptoactivos y no verlo afectado por las consecuencias que produjo esa crisis.
En el mundo financiero actual es común el refugio de los tenedores de dólares, en activos físicos como el oro y el petróleo, precisamente para superar los espasmos y altibajos de esa moneda. Las criptomonedas están siendo cada vez más utilizadas para esos fines y, en esencia, podrían tener un impacto colateral e importante en la cotización de los bienes de refugio tradicional (oro y petróleo).
-Un capitalismo más parasitario. Un joven finlandés compró en 2010 muchos Bitcoins por el ridículo precio de 10 dólares. A 2017, su inversión equivale a 10 millones de dólares, pues se creó una burbuja alrededor del valor de dicha moneda digital y esta comenzó a cotizarse por decenas de miles de dólares por unidad. Mediante este ejemplo, la "aventura" de la inversión en criptomonedas y la minería digital es idéntica al sentido de la "fiebre del oro" de California en el siglo XIX. El sentido de "minería" es casi el mismo. El sistema capitalista global que hoy se sustenta en gran medida por activos en papel, puede migrar aceleradamente a este nuevo episodio de la economía inorgánica. Y de ahí revisten los riesgos y "burbujas" que pueden crearse en el cripto-mundo.
-"Cualquiera puede ser banquero digital, o tener su lavadora". Las monedas virtuales dependen de ellas mismas y de los usuarios. Ellos mismos son un banco y el dinero que tengan lo pueden mover a su antojo, según las transacciones que quieran realizar en cada momento. Así, poco a poco, las criptomonedas han hecho un lugar en la sociedad y, hoy en día, son muchos los usuarios que hacen uso de estas criptodivisas para mantener su propio capital, sin tantas regulaciones de los gobiernos en muchos países.
Un lado débil de las criptomonedas es que, mediante ellas, se pueden legitimar capitales provenientes de actividades ilícitas. Ello quiere decir que es muy probable que la compra de criptomonedas o la minería a gran escala (mediante "granjas de minado") también esté aupada en algunos casos por factores fuera de las leyes. Para el sistema financiero global y los gobiernos, este es un asunto de interés. Pues hablamos de la incorporación a la economía real (por medio de vías digitales) de ingentes recursos, que en otras ocasiones van a dar a paraísos fiscales a expensas de grandes comisiones y alcabalas de corrupción. A muchos banqueros y políticos no les gusta esto.
-La legitimación de las criptomonedas desde instancias internacionales. En una reseña del diario venezolano El Correo del Orinoco, fueron publicados detalles de un informe especializado de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (Cepal), de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que evaluó las ventajas de las criptomonedas para la región latinoamericana y caribeña y su uso en la resolución de los problemas en los sistemas de pagos de los países caribeños. El estudio fue publicado en enero de 2016 y fue realizado por el experto Shiva Bissessar, director técnico de Pinaka Technology Solutions e integrante de The Internet Society (ISOC), organización internacional sin fines de lucro que promueve el uso y el acceso a Internet.
Uno de los aspectos más notables del informe de la Cepal es que "recomienda a los países de la región fomentar la exploración de las criptomonedas con el objetivo de adaptarse a la tecnología financiera y convertirse en un pilar para la región en este campo".
"Dadas las deficiencias en la infraestructura de los métodos de pago subregionales, y la necesidad de incrementar la participación en la economía digital, es obligación de las autoridades de América Latina y el Caribe examinar las oportunidades de innovación que las criptomonedas ofrecen", indica Bissessar en su informe para la Cepal.
Las criptomonedas, como el Petro, abren posibilidades más allá del actual sistema financiero global
-¿Cómo funcionan las criptomonedas fuera del computador? En los países europeos donde se ha avanzado en la incorporación de los criptoactivos en la economía real, son posibles operaciones como acudir a un cajero específico para Bitcoin y canjear esa moneda digital por dólares o euros físicos. También se están haciendo cada vez más comunes los pagos por préstamos de servicios entre particulares mediante monedas digitales, sin tocar una moneda habitual, así como los pagos por bienes entre pequeñas, medianas y grandes empresas.
En África ya hay iniciativas que establecen redes de pagos móviles y remesas basadas en criptomonedas. Desde 2015, el Banco Central de Barbados ya señaló la necesidad de colocar parte de sus reservas internacionales en criptomonedas, según un documento elaborado por los economistas Winston Moore y Jeremy Stephen, además de considerar la creación de un fondo con dinero digital.
Por otro lado, en Santo Domingo, capital de República Dominicana, ya estaban contabilizados tres cajeros automáticos para criptomonedas a finales de 2017. Estos cajeros automáticos pertenecen a la empresa que los fabrica: Lamassu. Por ahora solo realizan operaciones de compra de Bitcoins usando pesos dominicanos a cambio de comisiones que oscilan entre 6% y 8%, pero se prevé que en futuro cercano puedan canjear monedas digitales por dólares americanos.
Mediante estos ejemplos es evidente el uso de los criptoactivos transformando de facto las relaciones financieras tradicionales y facilitando redes de intercambio de monedas virtuales por bienes y servicios entre particulares, desde personas naturales hasta empresas.
-¿Adaptarse o perecer? Los países y sus gobiernos tienen posiciones divididas sobre el tema de las criptomonedas. La gran coincidencia es que todos las asumen como el fin del mundo financiero como lo conocemos, bien sea porque las criptodivisas transformarán la banca o porque también pueden llevarla a un desastre. Países como Japón, Francia, Uruguay y Rusia tienen la postura de regular estas actividades, mientras otros como China se mantienen cautos. La banca se está moviendo en función de adaptarse a estos nuevos sistemas y hay fuertes lobbys frente a los gobiernos para reconocer y regular este tipo de actividades. Venezuela es un país con un rol activo en la regularización de la criptografía y además ha lanzado el Petro, una criptomoneda estatal, con respaldo en activos energéticos y minerales.
Potenciales impactos de la criptomoneda Petro en el ámbito venezolano
-El Petro. Esta criptomoneda es una creación estatal. Está respaldada hasta la fecha con 5 mil millones de barriles de crudo, y aumentará progresivamente su cota de respaldo con reservas de oro, diamante y gas. En un primer momento será de minado exclusivo por parte del Estado venezolano para garantizar su control en una primera emisión de 100 millones de Petros. Tendrá un valor inicial asociado al precio del crudo venezolano calculado en yuanes y se instrumentará mediante Blockchain para transparentar y asegurar las operaciones. Es lanzada en el marco de una respuesta financiera del Estado venezolano a fuertes condicionantes (sanciones financieras de EEUU) en su economía.
-Evasión de sanciones financieras. A expensas de las sanciones de la Casa Blanca contra la economía venezolana, que limitan severamente la capacidad de relacionamiento financiero y uso de servicios bancarios internacionales para el país, el Petro emerge con el potencial de consolidarse en el mediano plazo como un sistema y mecanismo para proceder con los ingresos y egresos de la República, justamente por el atributo de las criptomonedas, de poder facilitar intercambios de activos digitales con valor de cambio en monedas convencionales, sin la intermediación de bancos.
La medida del directorio económico de Venezuela es claramente excepcional, justamente por tratarse de circunstancias económicas excepcionales. En consecuencia el lanzamiento del Petro tiene un alto sentido de oportunidad, audacia, creatividad y atrevimiento. Venezuela es uno de los primeros Estados en asumir formalmente este mecanismo.
-Ingreso de nuevas divisas por mecanismos no convencionales. Carlos Vargas, principal responsable del desarrollo del Petro en Venezuela, ha señalado que con la emisión de este criptoactivo y la regularización de la actividad de minería digital en Venezuela, es posible llegar a generar mensualmente entre 20 millones y 200 millones de dólares, por un período de dos años. Ingresos que, vale decirlo, son sumamente significativos para Venezuela una vez se produce una mengua importante en los precios del petróleo desde el año 2014.
-Referente para el tipo de cambio. Las autoridades venezolanas prevén que la consolidación del Petro al mediano plazo podría convertirle en un referente para el tipo de cambio monetario. La economía real venezolana está fuertemente influenciada por el tipo de cambio paralelo posicionado desde el marcador Dólar Today, una página web abiertamente antichavista y que funciona desde EEUU. En esencia, la caotización de los sistemas de precios en Venezuela, que han empujado al país a una hiperinflación, tiene una clara relación al comportamiento de esta tasa.
El Petro como potencial recurso de referencia monetaria se expresará en el valor de cambio de esta moneda digital de cara a las compras y pagos de bienes y servicios que se puedan hacer con ella, y que tradicionalmente se han hecho por parte del país, en dólares.
El Petro abre espacios para muchos venezolanos que, frente a la fuerte devaluación del bolívar, han acudido a la compra de dólares a tasas paralelas exorbitantes. Estos podrían refugiar sus bolívares en el Petro, un activo digital que bien puede aumentar su valor, tal cual como hacen muchos inversionistas en el mundo con el Bitcoin para eludir las turbulencias del dólar estadounidense. Venezuela incluso podría activar un mecanismo de remesas basado en el Petro.
Carlos Vargas ha insistido en que el avance del Petro en la economía abre la posibilidad de que, en el mediano plazo, éste pueda ser un instrumento para los pagos de bienes y servicios en la economía real, sustituyendo operaciones con bolívares, pero sobre todo desdolarizando los sistemas de precios en la economía y llevándola a espacios relativos de estabilidad, conteniendo los efectos del dólar paralelo.
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