En los dos años que lleva Mauricio Macri como presidente de Argentina, el país incrementó su deuda externa en un 35 %, como resultado de los préstamos solicitados tras la apertura de los mercados internacionales para créditos.
Según el último informe del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (ODE-UMET), Argentina incrementó su deuda externa en 121.588.000 de dólares. Esta información revela que quedaría un saldo deudor para el país de 342.000.000 de dólares, un 35 % más que hace dos años consigna el diario español El País.
La lucha contra el déficit lleva años. Fue parte de un pacto fiscal que el Ejecutivo de Macri firmó con las provincias para que los gobernadores se comprometieran a reducir el gasto mientras a la par la Casa Rosada pidió prestado a inversores extranjeros, que por años se mantuvieron cerrados a las políticas kirchneristas.
El informe también revela que, en la gestión de Macri, las emisiones de títulos públicos y letras del Tesoro en moneda local y extranjera ascendieron hasta 63.969.000 de dólares y que “durante 2017 la deuda externa fue el respirador artificial del modelo. Argentina consolidó una posición de fuerte tomador de fondos externos y apareció el déficit comercial que es con la fuga de capitales, el agujero negro del proyecto de Cambiemos”.
Durante 2017 la deuda externa fue el respirador artificial del modelo. Argentina consolidó una posición de fuerte tomador de fondos externos y apareció el déficit comercial que es con la fuga de capitales, el agujero negro del proyecto de Cambiemos”, señala el informe del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (ODE-UMET).
La llegada de Macri ha sido un verdadero shock de confianza y los bonos de la deuda argentina son ahora muy codiciados. A cargo de conseguir más financiamiento, Macri nombró como ministro de Finanzas a Luis Caputo, quien negó que la ratio actual sea peligrosa para la economía argentina y la ubicó en torno al 28,5 % del PIB (Producto Interno Bruto) si no se toman en cuenta los intereses.
“Hemos reducido la diferencia de tasa con respecto a los vecinos y otros países de la región en un 80 %. Hoy nos separan apenas 200 puntos de países como Perú y Colombia, cuando en la década pasada supo ser de más de 1.000 puntos. Nos estamos financiando a las tasas más bajas de la historia, incluso más que en los años 90, cuando había niveles de 12 y 12,5 puntos. El promedio de 2017 fue levemente inferior a 4,5 puntos. Esto nos permite elegir este sendero”, explicó Caputo.
El ministro anticipó a inicio de año que la Argentina seguirá aumentando los niveles de endeudamiento en los próximos cuatro años, aunque aseguró que es sostenible.
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