Una vez más, la imagen de uno de los integrantes del gabinete presidencial, presidido por el Jefe de Estado, Nicolás Maduro, se ve amedrentada por quienes continúan con el desprestigio de un gobierno legítimamente constituido. Sí, esta vez sería al Ministro para la Defensa, General en Jefe, Vladimir Padrino López, quien es objeto de descalificativos como “golpista y racista”, por parte del ultraderechista y exembajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Diego Arria, quien lo hiciera a través de una carta pública.
En un fragmento de la nota escrita por el opositor, este califica a Padrino López como un militar racista, “en otros países servir en la fuerza armada, convierte a los oficiales en una élite por lo que significa su desempeño para la paz, y por lo admirado que son en general por sus pueblos. Para usted, tristemente las élites no se miden por la calidad profesional del soldado u oficial, sino por el color de su piel. Toda una declaración racista que le debería dar vergüenza”.
Asimismo, manifestó, que el general en Jefe coopera “con la justicia para perseguir a disidentes; y el uso de los cuerpos de inteligencia para ‘torturar a estudiantes’".
En este sentido, es notorio que el respeto para este tipo de personas, no está entre los valores aprendidos, debido a que estando el Comandante, Hugo Chávez fallecido, este sigue irrespetando la memoria de un Gigante patrio, señalando que “siempre dije que Chávez era el peor enemigo del país. Pues ahora veo que usted aspira a igualarse como el ‘general golpista y racista’ en que se ha convertido”.
Ante estas descabelladas acusaciones, lea la carta completa y saque usted mismo sus propias conclusiones.
A continuación la carta íntegra de Diego Arria dirigida al Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López:
Le hago esta nota pública con el más profundo desagrado y rechazo que produce su intervención del día 25 del presente mes en el supuesto homenaje a Pedro Camejo, el mítico Negro Primero de la gesta independentista, en el Panteón Nacional, donde con su usual soberbia y desprecio por los ciudadanos aprovechó para amenazar a los que como yo aspiramos a vivir -y lo lograremos- en libertad .
Usted dijo: “Soldados y soldadas: El único proyecto viable y posible que asegura la independencia y la patria es el proyecto bolivariano de Hugo Chávez, a cuyo frente está nuestro comandante en jefe Nicolás Maduro”
La amenaza no pudo ser más clara. Estamos más que avisados. Usted –en la línea de mando institucional- es el número uno de la fuerza armada, por lo que sus palabras no pueden pasar inadvertidas para nosotros ni para los que desde otros países están inquietos por nuestro desgraciado acontecer político, humanitario social y económico. Y como vemos, gracias a usted, también nuestra desgracia militar.
Veamos el por qué:
En treinta palabras usted ha dicho claramente: Olvídense de elecciones para cambiar el rumbo, porque aquí lo único posible y viable es la continuación del régimen chavista, apoyado por una fuerza armada clasista, popular y chavista. Usted, señor Padrino, niega la alternabilidad del ejercicio del poder por la vía del voto, como aspiramos -por lo menos- tres cuartas partes del país.
Semejante aberración obliga a una serie de cuestionamientos.
Primero; si así están las cosas, ¿tendremos alguna posibilidad de salir de esta tragedia castro-comunista electoralmente?
Segundo, si los representantes de la oposición oficial, que vienen tolerando estas serísimas desviaciones institucionales ¿están o no dispuestos a enfrentar con firmeza esta realidad. No con armas sino denunciándolos ante el país y la comunidad internacional que exige dialogo y elecciones?.
Palabras igualmente aberrantes pronunció cinco años atrás otro infame ministro de la Defensa, el general Henry Rangel Silva: “La FAN no tiene lealtades a medias sino completas hacia un pueblo, un proyecto de vida y un comandante en jefe. Nos casamos con este proyecto de país. Un hipotético gobierno de la oposición a partir de 2012 sería vender el país, eso no lo va a aceptar la FAN”.
Y así mismo fue. No la aceptaron.
Es evidente que la continuidad antinstitucional de la cúpula militar no solo no ha cambiado, sino que se ha consolidado con gente que como usted son responsables de la lamentable realidad de ver una fuerza -que fue nacional- secuestrada por oficiales que ejercen funciones similares a las de los ejércitos de ocupación, pero bajo el control cubano.
Creo muy importante destacar que el hecho de encontrarnos ante una deplorable cúpula militar como la que usted encabeza, ha llevado a la mayoría de nuestra gente a desconocer el rol esencial para recuperar y estabilizar al país que podría jugar una verdadera fuerza armada venezolana, no chavista como pretende usted y sus contralores cubanos. Claro, que solo será posible cuando procedamos en libertad a su reinstitucionalización.
A pesar de ver su comportamiento golpista me siento obligado a aspirar que la fuerza armada no esté toda ella representada en la cúpula actual. Y que la metástasis de la corrupción y degradación ética y profesional no haya invadido toda la institución, porque si así fuese, Venezuela estaría atrapada por una organización absolutamente aborrecible, porque reducirla a una condición subalterna y arrastrada es condenar a todos los oficiales, suboficiales, clases y soldados -y a sus familiares- al repudio de los venezolanos que les hemos confiado nada menos que la seguridad nacional.
Usted agregó algo realmente repulsivo: La unidad cívico–militar alcanzada y en especial el carácter profundamente popular de la fuerza armada. “Y cuando los integrantes de la FANB nos vemos los unos a los otros, no vemos élites”.
¿Y cómo son las elites para usted, señor general Padrino?
¿Será que hay élites en el país con ojos azules y más blancos que los suecos? ¿Será que en la fuerza armada se favorece un apartheid entre venezolanos? En otros países servir en la fuerza armada, convierte a los oficiales en una élite por lo que significa su desempeño para la paz, y por lo admirado que son en general por sus pueblos. Para usted, tristemente las élites no se miden por la calidad profesional del soldado u oficial, sino por el color de su piel. Toda una declaración racista que le debería dar vergüenza.
Al final, con toda desfachatez, usted se atrevió a decir: “Los soldados no vinimos a la carrera de las armas a buscar privilegios o a hacernos ricos con el producto del capitalismo salvaje. La carrera militar es un apostolado de valores y principios y de servicio a la patria”.
Sin dudas esos son principios y valores de toda fuerza armada digna y profesional en cualquier país del mundo. En nuestro país, una cúpula militar arrastrada ha permitido que se rinda nuestra soberanía a la tiranía cubana. Así no se puede hablar de principios y valores, mucho menos de no abusar de privilegios o de no hacerse ricos.
Nunca en nuestra historia hemos visto a tantos oficiales superiores procesados o perseguidos internacionalmente por tráfico de drogas, de armas y limpieza de dinero. (Rangel Silva es uno de los siete oficiales indiciados por el Departamento del Tesoro de USA).
Nunca se han visto tantos oficiales enriquecidos groseramente a costa del patrimonio nacional. Pues, si no vinieron a la carrera militar para estos fines como usted declara, muy pronto muchos se convirtieron para asociarse y compartir el tesoro y el poder con una pandilla civil que le debería dar vergüenza a cualquier oficial más o menos decente.
Solo puedo imaginarme cuánta vergüenza le dará a sus familiares y amigos que observan cómo viven y qué medios tienen. Y usted, al no hacerlos procesar, es cuando menos su cómplice.
Finalmente a usted -y a todo el régimen- les tiene sin cuidado el hecho de que Venezuela forme parte del Consejo de Seguridad de la ONU hasta final del años 2016, lo que le obligaría a dar ejemplo institucional -que siempre dimos- porque representa a la región de las Américas, no solo al régimen chavista.
He aprendido por los golpes recibidos, que no es fácil luchar contra los que viven desde la oposición en negación, como si con ello pudiesen cambiar la realidad, y peor aún que no han podido, ni están en capacidad de responder por las graves consecuencias de tal proceder viene teniendo para todos.
Pero ustedes general, medran en el terreno de la negación de la monumental responsabilidad que cargan por la asociación de tantos militares no solo en la actividad criminal del narcotráfico y del contrabando, sino también por el rol principal que vienen jugando en la destrucción de los sectores productivos del país; del colapso de la economía; por su cooperación con la justicia para perseguir a disidentes; y el uso de los cuerpos de inteligencia para torturar a estudiantes.
Usted y su protegido, el ilegítimo personaje que ocupa Miraflores, están muy equivocados si creen que podrán abusar por siempre de un país con tanta gente buena enfrentada por el odio y la violencia que surge del régimen con el apoyo de su fuerza militar de ocupación, sin la cual no podría subsistir.
Siempre dije que Chávez era el peor enemigo del país. Pues ahora veo que usted aspira a igualarse como el “general golpista y racista” en que se ha convertido”
Diego E. Arria
27 de julio 2015
27 de julio 2015
(LaIguana.TV)
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