Los salseros jamás fueron amigos de la música impuesta por Billo Frómeta o Renato Capriles. La mayoría aseguraba que ellos se empeñaban en hacer música “gallega”, epíteto colocado a composiciones sin muchos ribetes, pero que a fin de cuentas ponían a bailar a sus seguidores.
El asunto es ese, que tanto Renato como Billo, eran dueños de ese maravilloso gancho taquillero. Una fiesta con cualquiera de los dos era –y es– garantía de sabor. Con esas orquestas hay que “pulir la hebilla”, porque igual se mandan con una guaracha que con un bolero, una cumbia o un pasodoble. Por esas orquestas pasaron muchos cantantes y músicos que hoy tienen nombre propio y sus creadores ya son leyenda, para cometer una perogrullada, en el “pentagrama musical”.
HONOR A QUIEN HONOR MERECE
Renato Capriles fue un luchador. Un hombre que un buen día decidió entrar en el mundo musical contando con solo un instrumento: su oído. Un aditamento: conocía el gusto del venezolano; más que del venezolano, del bailador.
Fue Renato un hombre respetuoso en todos los sentidos. No hubo amistad entre nosotros, pero nunca dejó de llegar a nuestra redacción la invitación a su mesa en la celebración de los aniversarios de su orquesta.
El estilo de Renato se diferenciaba bastante de Billo Frómeta. Mientras el dominicano se afincaba en la crónica musical, Renato buscaba el movimiento de sus pies. En las composiciones uno leía la malicia, lo jocoso y lo sensual. Él buscaba, como algunos compositores en la salsa, el punto erótico que lograra la repetición de la frase.
Sus intérpretes, particularmente las cantantes, le ponían el punto necesario para el disfrute –en todos los sentidos– de la canción enunciada. Papachongo, Cocha pechocha y otros títulos avalan lo señalado. Frases simples, sin mucha profundidad, pero con un “pegue” aplastante. Recordamos a Manolo Monterrey con El lápiz, una canción que solo encerraba el divertimento, sin mucho mensaje, porque a Renato lo que le interesaba era poner a gozar al bailador. Ese era su objetivo y durante más de 50 años logró conseguirlo.
RUMBO A LOS 56
Porque disfrutamos y bailamos con su orquesta, uno prefiere recordarlo en los momentos de alegría. Inmemorables momentos en el Círculo Militar, cuando la fenecida Asociación Musical montaba tremendas rumbas a las que asistían todas las orquestas del patio para que familiares y amigos “movieran el esqueleto” en plena rumba. Allí se unían la salsa, el bolero, la guaracha, el son y el guaguancó. Daba igual La Dimensión Latina que Los Melódicos o el mismísimo Porfi Jiménez. Fueron tiempos extraordinarios que difícilmente se repetirán. Renato intentaba rememorar esos tiempos en sus fiestas de aniversario. Es probable que en medio de su enfermedad, pensara que los 56 años de la orquesta podrían ser propicios para “recordar buenos tiempos”, pero el Supremo tenía otros planes para él.
Su vida, orquesta y cantantes
Rafael Renato Capriles Ayala, nació un 28 de diciembre de 1931 en la población de San Esteban, Puerto Cabello, estado de Carabobo.
A pesar de que su familia poseía suficientes recursos económicos y propiedades que le permitirían vivir holgadamente en un ambiente signado por el dinero, Renato decidió emprender una carrera difícil y sin tener muchos conocimientos del oficio.
Quizás ya era tarde para aprender música, pero bien podría dirigir una orquesta. A fin de cuentas, se trataba de una empresa como cualquier otra. Así lo hizo.
Renato optó por seguir los pasos de su admirado Billo Frómeta. Cuando éste fue vetado en el país, Renato le expresó al maestro su intención de formar una orquesta. Billo escogió el nombre de Los Melódicos e hizo los arreglos del primer LP. Por eso, en esa primera producción, Los Melódicos suenan igual a la Billo’s.
Como datos interesantes, registramos que su orquesta cumpliría 56 años regalando buena música. Dirigió más de cien discos, ganó más de 200 premios nacionales e internacionales y hasta en un mismo concierto se las arregló para tocar la misma canción (El Pompo) 27 veces.
SUS CANTANTES
Luminarias del canto popular pasaron por Los Melódicos de Renato Capriles. Comencemos: Víctor Piñero “El rey del merecumbé”, Manolo Monterrey “El ciclón antillano”, don Rafa Galindo, el maracucho Argenis Carrullo, Cheo García, Perucho Navarro, el merenguero Roberto Antonio, Miguel Moly, Lee Palmer, “Chiqui” Tamayo, Willy Quintero, Oscar
Santana, Víctor Pérez, y las famosas Emilita Dago, Verónica Rey, Liz y Doris Salas, entre muchos otros artistas que han figurado en las fiestas de los venezolanos.
A su deceso, el maestro Renato Capriles contaba 82 años de edad. Ahora, la afamada agrupación Los Melódicos quedan en manos de su hija Ileana.
ÁNGEL MÉNDEZ
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