Una mujer adinerada de raza blanca acaricia a un niño negro acostado en su regazo mientras ve la televisión. En la siguiente imagen la mujer cocina junto al niño y le da a probar el guiso. Después, la mujer aparece comiendo en la mesa mientras el menor la mira desde abajo, arrodillado en el suelo.
Como si se tratase de un perro, la mujer le entrega en la boca un pedazo de la comida que tiene en su plato. Sobre la imagen, aparecen las siguientes palabras. «Una mascota come de media más que muchos niños».
Con este anuncio la organización caritativa sudafricana «Feed a Child» –alimenta a un niño- quería llamar la atención sobre los miles de niños que pasan hambre en el país africano, donde uno de cada cinco menores sufre malnutrición, pero la campaña ha despertado una gran polémica entre acusaciones de racismo y mal gusto.
Decenas de quejas a la Agencia de Estándares Publicitarios mostraban el descontento por haber retratado a un menor de raza negra de manera sumisa y dependiente de una mujer de raza blanca, y se preguntaban si el anuncio podría haber sido igual de impactante habiendo utilizado dos actores de la misma raza.
Mal gusto
«Feed a Child» ha pedido disculpas en un comunicado por el «mal gusto del anuncio» y ha anunciado la retirada del spot de la televisión y del canal Youtube. «Por desgracia, el mensaje principal se ha perdido», lamentó la organización.
La campaña, sin embargo, ha mostrado a los ojos de los sudafricanos de manera cruda una realidad que les avergüenza. Las familias blancas cuentan con ingresos seis veces mayores que los de sus compatriotas negros y la mayoría de los menores que pasan hambre en el país pertenecen a esta última raza.
El propio presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, llegó a decir en una ocasión que tener mascotas era «antiafricano», y criticó a los descendientes de europeos porque gastan más en sus perros y gatos que lo que un trabajador sudafricano puede ganar en un mes
ABC
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