jueves, 30 de agosto de 2018

Es macabro lo que hicieron con Jennifer: amigos


Agencias
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Hacía poco se había mudado al apartamento 305 del edificio Spannis, en el centro de Cúcuta. Antes, la tachirense asesinada la semana pasada, Jennifer Rivero Ramírez, intentó hacerse de un nombre posicionando su línea de ropa en Bucaramanga.
En San Cristóbal, Jennifer  llegó a administrar tres locales comerciales. Se mudó al vecino país, por la crisis económica que atraviesa Venezuela.
En el sector donde vivía, que está ubicado a pocos metros de la Alcaldía de Cúcuta y el parque Santander, muy pocos residentes lograron hablar con la  venezolana, nacida en San Cristóbal. Vecinos dijeron al diario El Tiempo de Bogotá que   recuerdan   que era amable y una mujer muy  pendiente de su hijo. 
A Jennifer, excandidata al reinado de las Ferias de San Sebastián, la estrangularon la mañana del lunes 20 de agosto. Su cuerpo fue hallado la tarde del viernes pasado por inquilinos del ‘Spannis’ y la Policía. A su lado estaba su niño de dos años.
El menor, deshidratado, fue llevado al hospital. “Entre sus uñas  había rastros de piel de la mujer, como si  hubiese intentado mover el cadáver”, indicaron autoridades en Cúcuta.
“No entiendo por qué esa persona la asesinó, y no tuvo ni compasión por el bebé que dejó huérfano”, dijo Yury de Aguiar, amiga de Ramírez, en un mensaje enviado a El Nuevo Herald (editado en Florida). 
El sepelio fue el lunes 27 y durante las exequias, familiares y amigos no aprobaron la versión preliminar de la Fiscalía, que estima que todo se habría tratado de un robo. “Esto se habría determinado tras una inspección en la que se reportó que en el inmueble, las habitaciones se encontraban revolcadas y no había elementos de valor”. 
“Tanto familiares como seres queridos no creemos que haya sido un robo, por muchos detalles que se han revelado en torno de esta pérdida, que la seguimos llorando y lamentando”, indicó Gustavo Azócar Alcalá, un amigo. La víctima también  vendía tortas y postres caseros.
“Jennifer salió de Venezuela como todas nosotras (...) buscando una mejor vida para su hijo. Es duro que haya ocurrido algo tan macabro a una persona tan especial como ella”, manifestó su amiga Deisy Parada a El Nuevo Herald.
El sospechoso del crimen sería un allegado de la mujer. Un hombre, de tez morena, que frecuentaba el edificio. Los habían visto juntos  en varias oportunidades. En el apartamento se encontró una botella de licor. 
La reconstrucción preliminar también establece que el homicida habría entrado al domicilio de la víctima "sin forzar la cerradura”, recoge el  diario.
Otra versión circuló el lunes. Una amiga  de la modelo y diseñadora  tachirense  informó a la policía que ella había denunciado a una mujer que la amenazó de muerte. “Le decía que la quería matar junto al niño. Por eso, formalizó una denuncia”, indicó, con prueba en mano de la citación. 
Los amigos de Jennifer la recuerdan como emprendedora, jovial y muy inquieta. “Era amante de los negocios y de la vida saludable”, dijeron en el sepelio.
El Tiempo de Bogotá señala: De acuerdo con la Secretaría de la Mujer de Norte de Santander, esta muerte violenta es el décimo feminicidio que se registra en lo corrido de este año en el departamento, tres registros más con respecto a los siete casos ocurridos en 2017. Lo que más preocupa de estas cifras es que cinco de los homicidios corresponden a mujeres venezolanas.

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