Hasta el año pasado Albert Rincón iba con su familia al estadio Luis Aparicio, como mínimo, una vez en cada serie y disfrutaba con sus pequeños y la esposa de hasta dos partidos en una semana. Su situación económica se lo permitía con cierta comodidad.
En 2015 las cosas cambiaron. “Creo que en esta temporada solo podremos venir a tres o cuatro juegos como máximo”, expresó Rincón quien viene desde La Concepción a ver jugar a su equipo, Águilas del Zulia.
El béisbol también sufre los avatares de la inflación y el pasatiempo favorito de los venezolanos tiene menos aficionados en las tribunas de todo el país.
“Las entradas cuestan el doble del año pasado y todo lo demás, que se consume subió más del 100%. Si esto sigue así el próximo año vendremos a ver el juego desde las gradas”, aseveró.
Albert, quien fue a la serie de las Águilas contra Tiburones de La Guaira la semana pasada con sus hijos y esposa José Antonio, Margielis Rincón y Margelis de Rincón, manifestó que, en resumen, necesita entre Bs. 5.000 y 6.000 para ir a un juego con ellos.
“Los boletos para sillas arriba, que son de las más económicas, cuestan Bs. 525 cada una y suman 2.100, el taxi me cobra 1.000 y el resto se va entre chucherías, refrescos agua y una que otra cervecita. Si cenáramos en la feria de comida el precio pudiera elevarse hasta los 10.000 o más”, estimó.
Ricardo Moreno, otro fanático, describió como “una odisea” ir a ver un cotejo actualmente. “Una cerveza cuesta 100 bolívares, un refresco 200 y el agua te la quieren vender hasta en 60, de tal modo que los especuladores también hacen su agosto con los fanáticos que se dejan”, subraya Moreno.
Piensa que este año no podrá disfrutar de todas las series como lo hizo el pasado. “Ahora tengo que planificarlo muy bien, ahorrar una o dos semanas antes, para venir con la familia a ver el juego gastando lo mínimo”, reflexiona.
“Si quieres venir a ver al Magallanes, al Caracas o al juego de La Chinita el gasto aumenta porque las entradas suben para esos partidos y la más cara ronda los mil bolívares”, expuso.
Otros fanáticos, como Jesús Millán, estiman que todavía los precios están accesibles. “Lo que me parece más caro es la cerveza, pero con las entradas, si las compras por abonos, te ahorras bastante. La comida, chucherías y refrescos están al mismo monto que las consigues en la calle, de modo que no me asombran estos precios”, acota.
Nelson Rondón, otro fanático aguilucho , admite que “todo está muy caro, pero es algo normal que ocurre en todo el país. Es una situación general que te vas a conseguir donde vayas”, dice.
A todas luces es evidente el “bajón” observado en el aforo del “Luis Aparicio” para la temporada 2015-2016.
Obviamente la crisis económica está pasando factura y en lo que va de campaña la presencia de seguidores rapaces en las tribunas ha bajado sustancialmente.
“Para el primer juego solo pagaron 11.900 fanáticos, pero es una situación general derivada del tema económico, algo que se escapa de nuestras manos”, expresó Yurinder Rincón, gerente de operaciones de Águilas del Zulia.
“Aunque nuestras entradas experimentaron aumento este año, aun siguen siendo las más económicas del país. Estamos aplicando todas las medidas necesarias para que los vendedores de las tribunas no especulen con los precios”, apunta Rincón.
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