BUENOS AIRES, 30 Nov 2015 (AFP) - Isela Costantini, hasta ahora directora ejecutiva de General Motors para Argentina, Paraguay y Uruguay, fue designada este lunes por el futuro gobierno de Mauricio Macri presidenta de Aerolíneas Argentinas, la compañía estatizada en 2008 durante la presidencia de Cristina Kirchner.
El mayor desafío para la aerolínea es reducir un déficit estimado en casi un millón de dólares diarios, según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública.
Nacida en Sao Paulo, Brasil, de padres argentinos, esta ejecutiva de 44 años se suma a un nuevo equipo de gobierno que acompañará la gestión del liberal de derecha Macri cuando asuma la presidencia el próximo 10 de diciembre.
Como gran parte del gabinete, Costantini viene del mundo empresarial tras realizar una licenciatura en Comunicación por la Universidad Pontificia del Paraná (Brasil) y luego un MBA en la Universidad de Loyola en Estados Unidos.
Además de ser la CEO de General Motors Argentina, Costantini también preside la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), cargo para el que fue reelecta hace solo tres semanas.
Como presidenta de Aerolíneas Argentinas tendrá que negociar con seis gremios de la industria: APA (personal de tierra), APTA (técnicos), AAA (aeronavegantes), UPSA (jerárquicos), APTA (pilotos de Aerolíneas) y UALA (pilotos de Austral), además de los gremios de controladores aéreos.
En 2013 Costantini fue incluida en una lista de las 50 mujeres más poderosas del mundo de los negocios, según la revista Fortune.
Costantini reemplazará a Mariano Recalde, abogado laboral y docente de 43 años, designado por la presidenta saliente, Cristina Kirchner, al frente de esta aerolínea en julio de 2009.
Recalde ha sido uno de los dirigentes más prominentes de la agrupación política juvenil del kirchnerismo La Cámpora, fundada por el hijo mayor de Néstor y Cristina Kirchner, Máximo.
Aerolíneas Argentinas fue privatizada en 1990 pero volvió a manos del Estado argentino en 2008, cuando fue expropiada a la española Marsans, junto a la filial doméstica Austral, con una deuda de casi 890 millones de dólares.
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