miércoles, 25 de enero de 2017

Brasil venció 1-0 a Colombia en juego de homenaje al Chapecoense


AFP
AP
Menos de dos meses después del accidente de avión que diezmó al Chapecoense, el público de Rio de Janeiro le rindió este miércoles un emotivo homenaje en una ceremonia antes del amistoso entre las selecciones de fútbol de Brasil y Colombia.
Brasil venció 1-0 a Colombia en el llamado "Juego de la amistad", celebrado en el Estadio Olímpico Nilton Santos, conocido como Engenhao.
Aunque el público fue menos que el esperado -debido a los altos precios de los ingresos y a la crisis financiera que azota al Estado de Rio de Janeiro- los 18.695 cariocas en la tribuna vibraron durante el homenaje antes del puntapié inicial.
Después de entonar el grito de guerra "Vamos, vamos Chape", los hinchas recibieron con aplausos a los cuatro sobrevivientes brasileños de la tragedia que hizo al modesto Chapecoense mundialmente conocido.
El arquero Jackson Follman, que tuvo una pierna amputada y todavía se desplaza en silla de ruedas; el zaguero Neto, el lateral Alan Ruschel y el periodista Raphael Henzel.
En la mitad del campo, los sobrevivientes recibieron placas de homenaje de manos de dirigentes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y el saludo de los jugadores de la selección.
"Estoy feliz de estar vivo y poder celebrar la vida", dijo Ruschel en una entrevista con la emisora oficial Sport Tv.
"Mi recuperación está yendo bien. Los médicos dicen que en mayo ya podré volver al campo", añadió el lateral.
Los jugadores de la 'canarinha' entraron en campo portando cada uno un ramo de flores blancas, que entregaron a sus pares colombianos como agradecimiento simbólico por el cariño demostrado por Colombia después del accidente.
Luego de los himnos el estadio estalló en "un minuto de palmas", y no de silencio, en homenaje a las víctimas. Enseguida fueron sueltos decenas de globos blancos en dirección al cielo.
Los 1,2 millones de reales recaudados en el partido (más de 378.000 dólares) serán donados al 'Chape', que entregará el valor a los familiares de las víctimas.
El 28 de noviembre, el Chapecoense viajaba a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional cuando su avión se estrelló en una zona montañosa próxima a la ciudad colombiana. De las 77 personas a bordo, 71 fallecieron, entre jugadores, miembros de la comisión técnica y dirigentes del club, además de periodistas y tripulantes.
Además de los cuatro brasileños sobrevivieron dos bolivianos, tripulantes de la aeronave.
Una 'canarinha' sin experiencia
Brasil abrió el marcador casi al comienzo del segundo tiempo. Dudu aprovechó un rebote del arquero David González y marcó el 1-0 que sellaría el resultado.
Sin autorización de la FIFA para convocar a sus estrellas que juegan en Europa, los técnicos de ambas selecciones aprovecharon el partido benéfico para probar jugadores que actúan en Sudamérica.
Tite completó su séptima victoria consecutiva al comando de la selección de Brasil poniendo en campo a sólo ocho jugadores con experiencia previa en el equipo, de los 23 convocados.
Los veteranos Diego (centrocampista, 31 años) y Robinho (delantero, 32) tuvieron la misión de guiar al grupo, que logró la victoria después de haber compartido juntos un solo entrenamiento.
El plantel colombiano no logró imponerse pese a que entró al campo con mayor ventaja: José Pekerman convocó a 20 jugadores, de los cuales siete pertenecen al Atlético Nacional, actual campeón de la Libertadores.
Un cabezazo de Mateus Uribe fue desviado milagrosamente por el palo izquierdo y el delantero Miguel Borja puso en peligro varias veces a los brasileños, pero ninguna situación del artillero del Atlético Nacional acabó en gol.
El club de Medellín era el adversario del Chapecoense en la final de la Copa Sudamericana que nunca llegó a disputarse y emocionó al mundo, especialmente a Brasil, con sus homenajes a las víctimas y la renuncia al título de la competición continental en favor de un 'Chape' destruido.

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