Caracas, 30 de septiembre de 2018.–  En el Aula Magna de la U-U-UCV se montan shows de todo tipo, el último un circo de estrechez mental llamado Frente Amplio, una superproducción mediática para gente superior que reúne lo más granado de la sociedad civil: políticos chamuscados en su salsa golpista, rectores perpetuos, estudiantes ídem, curas conspiradores, profesionales que sí estudiaron, no como los negros flojos que ahora quieren ganar lo mismo que yo, que me quemé las pestañas, periodistas independientes que dependen de las transnacionales de la comunicación, y Andrés Velasquez y dos sindicalistas de pelo chicharrón, para dar al exclusivo Frente el necesario aire de amplitud.
Un show cuyo fin fallido era mostrar una oposición plural, unida, fuerte, con un plan, con liderazgo… pues no…
Como el Escuadrón Metelapata, pero antipático, esta gente no pega una.
Parece que a sus think tanks tienen ideas suicidas. La más reciente, musicalizar el show al son de Alí Primera. Un plan genial y malvado, decían en sus salones sombríos, mientras planificaban minuciosamente último fracaso: ”Nos apropiamos de Alí Primera, y habrá más de un chaburro que crea que “su peo es mi peo” -Aplausos grabados-. Eso por una parte, por la otra, pisoteamos la memoria de ese tipo a quien siempre perseguimos, aún después de su muerte -Aplausos rabiosos y reales-. Y por otra, otra parte, hacemos que los chavistas se pongan fúricos, como cuando Soledad Bravo cantaba las canciones pavosas del cubano aquel en las guarimbas. Pues no…
Fúricos se pusieron ellos. Fúricos, asqueados, desbordando el odio que con tanto esmero cultivan: ¿A quién se le ocurre semejante despropósito? ¡Obligar a nuestros finos oídos a escuchar esas letras oprobiosas, ese oprobioso cuatrico! ¿Es que acaso no les pareció suficiente con hacernos escuchar a Nacho, tanto en reguetón como de orador de orden en la Asamblea Nacional sin quórum? ¡No es no!
Si los think tanks hubieran preguntado sabrían que en el este del Este no se escucha a Alí Primera.
Y un Sosa Azpurua expresa indignado: “La música de Wagner es la más sublime que jamás se haya compuesto (Solo se le acercan algunas cosas de Beethoven y su suegro Franz Liszt).
En cambio, Alí Primera si acaso sirve para una conversación idiota, con mucho ron, enchancletado y un bebé llorando al fondo.“ Y otros con menos apellidos, pero llenos de aspiraciones lo secundan, como Sara, La Zuliana que sí sabe de almas enaltecidas y tuitea: “Totalmente de acuerdo es inaudito comparar la melodía que enaltece el alma con otra que es un eterno lamento que enaltece la miseria, el Hambre y el fracaso para empobrecer las mentes.
Se puede ser pobre pero con deseo de superación , de ver más allá de la mediocridad, esta música con solo escucharla da grima , enalteciendo y alabando la miseria . Típico de comunistas” (sic). Y un tal Magosu mete su cuchara en tan ameno intercambio de odio: “Esa música de Alí Primera me trae a la mente la gente sucia, que no se baña, el típico comunista vividor.“ Y Mila Mintengui, “Abogado fiel creyente de Dios y confío en que Dios San Miguel y Venerada virgen de Guadalupe cubrirán a Venezuela de su poder y su gloria” amén, aclara para oscurecer ella era pobre pero chic: “Me crié en pobreza pero jamás jamás en mi casa se escuchó esa música tan marginal”… O sea…
Y pasan los días y el odio sigue supurando y de aquella reunión de gente selecta y superior, que iba poner en marcha los planes para salvar a Venezuela del chavismo, allanando el camino para una invasión de soldados catires y todavía más superiores… De esa reunión solo quedó otra pelea a mordiscos entre ellos, estrechando aún más al Frente Amplio que no es.
Y Alí, por encima de toda esa mugre, y su canción que sigue ardiendo a sus enemigos… a los enemigos de su pueblo, los que quieren jugar con fuego y que siempre, siempre, siempre, salen chamuscados. /XN