sábado, 29 de septiembre de 2018

(VIDEOS) Marchistas denuncian "sicariato comunicacional": Reuniones Alto Gobierno-Campesinos siguen suspendidas


Jesús Osorio con el comandante William Izarra

JESÚS OSORIO CON EL COMANDANTE WILLIAM IZARRA

Credito: Luisana Colomine

29 de septiembre de 2018.- La Marcha Campesina Admirable llegó a Caracas después de 23 días de caminata, un primero de agosto, desde Guanare, estado Portuguesa.
Hombres y mujeres que dejaron sus predios en pos de un sueño: hablar con el presidente Nicolás Maduro. Por el camino venían enarbolando una bandera de Ezequiel Zamora pero no fueron recibidos como sus soldados. No. Piquetes de la Guardia Nacional, de la Policía Nacional Bolivariana y agentes del SEBIN, les cerraron el paso al Palacio de Miraflores.
El 02 de agosto, por fin, tuvo lugar el encuentro con el Jefe del Estado y con mucha pompa se transmitió en cadena nacional de radio, TV, periscope y Facebook Live. Hubo gente que lloró ante el televisor, viendo a Arbonio Ortega, Nieves Ríos y Jesús Osorio. "Yo sentía que era yo la que hablaba ahí" me comentó una amiga, porque ellos ciertamente lograron abrir las aguas y, con sus propias palabras, mostrar su verdad.
De aquellos minutos de fama han pasado ya más de 60 días. El 11 de septiembre fueron a una huelga de hambre. Maduro estaba en China y al enterarse de la situación ordenó de nuevo atender sus demandas. La huelga de hambre se desarrollaba en el liceo Fermín Toro, donde acamparon desde su llegada. Hasta allá fue el dirigente Darío Vivas, enviado por Maduro, y rápidamente logró levantar la acción bajo nuevas promesas que tampoco se han cumplido.
Doblemente engañados debieron abandonar el liceo porque ya se acercaba el inicio del nuevo año escolar y debieron recoger sus pertenencias y mudarse más lejos, al Núcleo de Desarrollo Endógeno Fabricio Ojeda, en Catia, sector Gramoven. Allí aún pernoctan unos 50 campesinos y campesinas de los 420 que llegaron a Caracas. Viven de la solidaridad del pueblo, se cocinan su comida y no desean ser una carga para el gobierno. Esperan, pero no de manera pasiva sino activa, militante, reflexiva, vigilante, y en su entorno crece silencioso un movimiento social, político que encarna las luchas ancestrales por la tierra y también las de Hugo Chávez quien juró hacer justicia a los marginados de siempre: los indígenas, los pobres y los campesinos.
¿Ignorados? Sí. ¿Derrotados? Nunca.
Por los caídos y caídas, por Reyes Parra,"Parrita", Pedro Vielma, Jesús León, Guillermo Toledo, y los más de 300 campesinos y campesinas asesinados en plena revolución, la Marcha Campesina Admirable sigue en contra del sicariato, de los latifundistas, de los terratenientes, de los negocios ilícitos de la tierra que benefician a jueces agrarios en connivencia con altos magistrados y funcionarios corruptos. "La tierra es un elemento de poder" dicen "y esos sectores se montan ahí por la desorganización del movimiento campesino", lo admiten en un acto de autocrítica. Saben a qué se exponen cuando denuncian la dura situación. Sus vidas están en riesgo.
Desde el Instituto Nacional de Tierras, su presidente, Luis Soteldo, lo que les entrega en actos proselitistas, son "Cartas de Notificación de Rescate" que después monta en su cuenta de tuiter. La red del "pajarito" ahora también sirve para desprestigiar a los dirigentes más visibles de la Marcha Campesina Admirable por lo cual debieron acudir a la Fiscalía el lunes 17 de septiembre para denunciar una campaña mediática. Allí fueron atendidos por un fiscal de delitos comunes y ellos pidieron ser investigados "porque no tenemos rabo de paja"
Los atropellos siguen y esperan que el presidente Maduro les escuche. En 20 días se inicia el Plan Nacional de Siembra y a ellos aún no les llegan los insumos, no hay claridad sobre la tenencia de tierras, no se han reactivado las cuatro mesas de negociación ni mucho menos la mesa política que fue promesa de Darío Vivas para terminar la huelga de hambre. Todo está detenido.
El Congreso Campesino Admirable está en preparación, pero su realización depende de que se cumplan los acuerdos.
La moral sigue en alto, tal como lo afirman en estos videos Jesús Osorio y Gerardo Sieveres quienes han dicho que no volverán a sus predios hasta lograr los objetivos planteados ante Nicolás Maduro y el mundo, aquel 2 de agosto cuando tres campesinos ofrendaron sus vidas.
Jesús Osorio
Gerardo Sieveres




 

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