viernes, 28 de septiembre de 2018

RESUMEN DE OPINIÓN – 28.09.2018



Fuente: A.E.

TEMAS ABORDADOS
Tema: SOCIALISMO
Matrices: Fracaso del modelo socialista / Llamado a protestas.

BALANCE GENERAL

LUIS OLIVEROS B.: “…La tragedia venezolana es verdaderamente extensa, abarca desde la economía y lo social, hasta una crisis de valores y rencillas internas muy preocupantes (…) El socialismo es negativo, pero el fascismo también lo es. (…) Los ingresos petroleros sirvieron de bálsamo para olvidar las deficiencias democráticas (…) Una mejor Venezuela no se alcanzará porque un grupo se imponga sobre otro a la fuerza…”

RICARDO HAUSMANN: “…los responsables de formular políticas emplearon una estrategia de implementación que se basa en un proceso iterativo centrado en la solución de problemas, el cual comienza por definir un problema, identificar sus causas y crear formas de resolverlo (…) Y los encargados de formular políticas están buscando, con excelentes resultados, la cooperación de la diáspora de Albania (…) El sistema de asistencia financiera internacional liderado por el IMF y las instituciones de financiamiento para el desarrollo, puede ser de gran ayuda…”

ALBERTO LÓPEZ NÚÑEZ: “…el discurso izquierdista ha impregnado las bases culturales de la sociedad, por lo tanto, impide por inercia que las costumbres socialistas, populistas y clientelares sean erradicadas…”

LEOPOLDO LÓPEZ GIL: “…son tantos los ceros quitados que las memorias normales para recalcular la nueva moneda no tienen espacio en las pantallas de las maquinitas (…) nuestra inteligencia, requiera ayuda para interpretar el espantoso fenómeno de la economía venezolana que, dirigida desde hace veinte años por una banda de sátrapas hábiles para la destrucción de una nación..”

ANTONIO ECARRI BOLÍVAR: “…unos muchachos que no han conocido otro régimen que esta pesadilla chávez-madurista y que militen con convicción en Acción Democrática, es porque llevan su adeco por dentro”. No hay dudas: ¡sí hay futuro, porque la juventud no se rinde!...”

ARTÍCULOS DE OPINIÓN

¿QUÉ NOS PASÓ COMO SOCIEDAD? (LUIS OLIVEROS B., EL NACIONAL)
Hoy Venezuela vive momentos muy oscuros, tal vez solo comparables a los sufridos en la Guerra Federal por allá por 1859. La tragedia venezolana es verdaderamente extensa, abarca desde la economía y lo social, hasta una crisis de valores y rencillas internas muy preocupantes. Hoy las esperanzas de una mejora son ínfimas, al menos en el corto y mediano plazo. La sociedad venezolana ha fracasado.
En lo personal, nunca me ha gustado la música de Alí Primera (la primera vez que lo oí fue en la UCV mientras hacíamos pancartas para una elección de centros de estudiantes). Pero una cosa es que no me guste y otra es que ataque a quienes les gusta. Recientemente hubo un acto en el Aula Magna de la UCV (Frente Amplio) y los organizadores decidieron iniciar el acto poniendo música de Alí. Rápidamente un sector de la oposición (increíblemente representados por un señor que se hace llamar libertario) atacó con vehemencia que esa música “socialista y chavista” se colocara en los actos de la oposición. Alí Primera no conoció a Hugo Chávez. Muchas de sus canciones eran de protesta ante los desastres de los gobiernos que generaban pobreza y problemas en la población, ¿ustedes creen que el señor Primera sería chavista hoy? Insisto, no defiendo la música de Alí Primera, defiendo la libertad de cada uno de oír lo que usted quiera.
¿Para eso no es que supuestamente se lucha en Venezuela? ¿Para tener libertad de elegir, para tener una democracia? No podemos pretender hacer oposición para atacar un gobierno autoritario metiendo de contrabando un modelo político sustitutivo que haga exactamente lo mismo. El socialismo es negativo, pero el fascismo también lo es. Al final, los extremos se tocan, pero no generan bienestar para la mayoría, solo para élites, sectas.
La sociedad venezolana gusta del “autosuicidio”. En 1998 decidió apoyar a un candidato fuera del sistema político tradicional buscando castigar a los partidos políticos de la época, jugándose una suerte de “All in” con tal de ver a esos partidos pagar por sus crímenes (corrupción, pobreza, etc.). Simplemente escogió destruir instituciones en vez de castigar a los responsables individuales (era más fácil pero también más radical). El saldo de esa decisión ha sido muy negativo. En estos últimos 20 años el país fue de mal en peor, pero mientras se “emborrachaba” con la bonanza petrolera más grande de su historia, a esta sociedad pareció no importarle el tsunami que se gestaba. Los ingresos petroleros sirvieron de bálsamo para olvidar las deficiencias democráticas, institucionales y la instauración de un modelo económico insostenible y uno político autoritario que generaron la realidad actual. Las vías radicales han sido nocivas para la salud venezolana.
¿Cómo es posible que esta sociedad no haya sido capaz de obligar a los partidos políticos de oposición serios, sensatos, a estar unidos por el mismo objetivo? Mientras la crisis sigue y hasta empeora, la popularidad del causante de esa situación sube en las encuestas. Situación única en la historia de la humanidad. Como también lo es que una parte de la oposición trabaja exclusivamente para destruir a las otras (si, increíblemente tenemos varias oposiciones, juntas ganan elecciones, separadas son muy poco). Hoy hay déficit de líderes de oposición serios (los hay, pero no abundan), mientras hay superávit de vendedores de humo (como aquellos que hablan de que el final está cerca, desde hace seis años) y charlatanes (que esperan que otros desde el exterior les hagan el trabajo).
Esta sociedad debe cambiar, debe madurar, debe entender que este camino solo la lleva a profundizar la barbarie que sufre actualmente. Una mejor Venezuela no se alcanzará porque un grupo se imponga sobre otro a la fuerza, o porque una élite chantajee a la mayoría de la población que pasa necesidades (con cajas de comida, con acusaciones éticas sobre no sacarse el carnet de la patria, etc.), o porque nos invadan desde el exterior y cambien el gobierno de turno por uno elegido a dedo por el país invasor; un mejor país lo tendremos cuando sepamos respetarnos, reconocernos, establecer y priorizar un mínimo de reglas institucionales que nos permitan progresar, crecer, darle un giro a esto que hoy llamamos país. No basta con querer una mejor nación, hay que saber trabajar para alcanzarla.

EL MILAGRO DE ALBANIA (RICARDO HAUSMANN, EL NACIONAL)
Hace cinco años, Albania enfrentaba una situación verdaderamente inquietante. Dado que Grecia e Italia sufrían los efectos de la crisis del euro, las remesas y las entradas de capital estaban en descenso, y la economía albanesa pasaba por una fuerte desaceleración. Su déficit fiscal había llegado a elevarse a más de 7% del PIB, financiado en gran parte por pagos atrasados, ya que había colapsado el acceso a mercados financieros externos y los intereses domésticos estaban por las nubes.
Además, la empresa de distribución de energía eléctrica se encontraba en una crisis tanto operacional como financiera, incapaz de pagar la electricidad que supuestamente debía comprarles a las compañías generadoras de energía. Los atrasos en los pagos del gobierno y de la empresa eléctrica impulsaban un incremento de los préstamos en mora en la banca. Es decir, se daban todos los componentes de una catástrofe.
Adelantemos al presente: la economía crece a un robusto ritmo de 4,2%, impulsada por un aumento de dos dígitos en las exportaciones agrícolas, mineras, manufactureras, energéticas, y en los sectores del turismo y los servicios empresariales. En un momento en que economías de mercados emergentes tan diversas como Argentina, Turquía, Nigeria y Suráfrica enfrentan una profunda devaluación de sus monedas y un aumento de las tasas de interés, en Albania la moneda se fortalece y las tasas de interés son las más bajas de su historia. Hoy, el riesgo soberano es el más bajo entre los países de su misma calificación crediticia, lo que indica que los mercados piensan que las agencias calificadoras se han quedado dormidas. Considerada en un momento como la Corea del Norte de Europa bajo el dictador comunista Enver Hoxha, el ingreso per cápita hoy en Albania es 25% del de Alemania y, si logra mantener su tasa de crecimiento actual, lo igualará dentro de 32 años.
En una época en que se culpa a los economistas de todo tipo de resultados decepcionantes, y se acusa a instituciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial de no aconsejar a los países de manera adecuada, es refrescante descubrir que, al fin y al cabo, es posible que ellos no sean del todo inútiles.
¿Cuál fue el secreto del vuelco de Albania?
En primer lugar, al contrario de muchos países que dilatan la acción hasta que es demasiado tarde, el primer ministro Edi Rama acudió al FMI apenas asumió el poder en septiembre de 2013. Su gobierno entonces negoció un programa de tres años que permitía que Albania obtuviera apoyo financiero mientras ponía en orden su situación fiscal. Este programa terminó con éxito hace casi dos años, y la proporción deuda-PIB mantiene una tendencia a la baja. Este año, declinará a 2,5% del PIB, mientras el país expande de manera significativa su presupuesto de inversiones públicas.
Para poder crecer en medio de una consolidación fiscal, se precisa otro factor que impulse la economía, típicamente, las exportaciones. Y en Albania –donde he estado a la cabeza de una investigación que desde 2013 realiza el Harvard Center for International Development– las exportaciones están aumentando no a causa de la buena suerte, sino gracias a un incansable esfuerzo por remover los cuellos de botella y aprovechar las oportunidades.
En este proceso, Albania evitó la tentación de enfocarse en los indicadores generales de Doing Business, los cuales suponen que seguir de manera aleatoria las mejores prácticas internacionales puede resultar de provecho. En su lugar, para priorizar sus políticas las autoridades siguieron un enfoque diagnosticador. Bajo la guía de Matt Andrews, del Harvard Kennedy School, los responsables de formular políticas emplearon una estrategia de implementación que se basa en un proceso iterativo centrado en la solución de problemas, el cual comienza por definir un problema, identificar sus causas y crear formas de resolverlo.
Esto condujo a muchas ideas que resultaron ser decisivas. En agricultura, el desarrollo del modelo agregador ayudó a los pequeños agricultores a conectarse con tecnologías mejores y mercados más lucrativos, lo cual se tradujo en un auge de las exportaciones de vegetales. En el sector energético, el gobierno adoptó una estrategia inusual para modificar la conducta de la población con respecto al hurto y al no pago de la electricidad, la cual en 2015 resultó en un giro de casi 2% del PIB en la liquidez de la empresa distribuidora.
De modo similar, en el sector manufacturero y en el turismo, grupos consultivos identificaron ámbitos que podían mejorar. Albania ha invertido en la recuperación de sus ciudades históricas, y en la actualidad está invirtiendo en 100 aldeas con un fuerte potencial en agroturismo, que resultan estar ubicadas en zonas que son pobres y prístinas a la vez. Así, no es sorprendente que el turismo esté creciendo a tasas de dos dígitos.
Todavía más, el país está utilizando a sus embajadores en una estrategia concertada para promover la inversión extranjera mediante un acercamiento directo a las empresas. Y los encargados de formular políticas están buscando, con excelentes resultados, la cooperación de la diáspora de Albania, la que ha resultado ser una importante fuente de talento, inversiones, oportunidades de mercado e ideas comerciales.
Las innovaciones no se han reducido meramente al escala nacional. Erion Veliaj, el alcalde de Tirana, ha triplicado los ingresos municipales desde que asumió en 2015, y los ha empleado de maneras que han convertido la ciudad en una de las más agradables de la región. La capital de Albania ha recibido premios europeos por desarrollar espacios urbanos de alta calidad y por resolver problemas ambientales y de movilidad de formas innovadoras.
Las lecciones para otros países son claras. El éxito, a la hora de enfrentar obstáculos, se produce cuando los gobiernos son conscientes de sus dificultades y de sus debilidades, son capaces de articular objetivos y hacerlos propios, y buscan incansablemente los modos de lograr sus aspiraciones. En este proceso, los países no están solos. El sistema de asistencia financiera internacional liderado por el IMF y las instituciones de financiamiento para el desarrollo, puede ser de gran ayuda. Sin embargo, son los países los que tienen que descubrir cuándo acudir a dichas instituciones y cuál es la mejor manera de utilizarlas. Ellas pueden mejorar la capacidad de un gobierno, pero no pueden reemplazar su liderazgo y compromiso.
La lección para la Unión Europea también es clara: al considerar países candidatos como Albania y el resto de los Balcanes Occidentales, es importante examinar no solo lo que ellos son o han sido, sino también el afán con el que actúan a fin de convertirse en lo que aspiran a ser.
Durante gran parte de su historia, Albania pareció ser un país sin esperanzas. Sin embargo, la desesperanza no es independiente de la acción. Hoy día, el vuelco de Albania constituye una fuente de esperanza para los demás.

CONSENSO LIBERAL (ALBERTO LÓPEZ NÚÑEZ; EL NACIONAL)
¿Se han preguntado por qué los países de Norteamérica (Canadá y Estados Unidos), la Europa Occidental, Israel y Japón son democracias estables y países prósperos, mientras Asia, África y América Latina son regímenes inestables y economías subdesarrolladas? Cientos de libros se han publicado, miles de artículos académicos salen anualmente, decenas de institutos tienen ese tema como su objeto, y, sin embargo, no se ha llegado a una conclusión definitiva. Pienso que la razón es más de un sesgo ideológico que por una supuesta complejidad de la pregunta.
En efecto, la razón de esa diferencia es muy sencilla: los primeros han adoptado la democracia liberal, los segundos no. En Locke, Montesquieu, Smith, Ricardo, Hayek, Schumpeter y Friedman, entre otros, se encuentra la fácil solución al problema: un régimen democrático liberal asegura la estabilidad institucional y la prosperidad económica. América Latina se encuentra en el deplorable estado actual porque el comunismo, su vertiente light del socialismo, el populismo y el clientelismo, amén de férreas dictaduras caudillistas, han impedido que se encamine en la senda de la libertad y el progreso.
Para acabar con esa tara, es ineludible que la región se aboque a un consenso mínimo que introduzca un verdadero régimen liberal, el cual en mi concepto debería tener las siguientes características fundamentales:
Estado de Derecho: la supremacía de la Constitución, por encima de toda otra cuestión, y la garantía de la permanencia de esta sobre cualquier otra norma o institución es el rasgo fundamental de una democracia liberal. El Reino Unido ni siquiera tiene una, Estados Unidos la tiene inalterable desde hace más de dos siglos y los países de la Europa Occidental siguen ese camino de permanencia de la norma constitucional.
Democracia representativa: la soberanía está en el pueblo, la cual la ejerce a través del sufragio, confiriendo el poder a sus representantes, que ejercen este en tres ramas estrictamente separadas: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Garantías de libertades: el individuo es el eje del sistema, nada puede estar por encima de él, sobre todo, el Estado, y nada puede coartar el ejercicio de su libertad. Consecuente con este principio, el derecho a la vida, la propiedad, etcétera son inalienables.
Economía de mercado: nada de eufemismos, se debe garantizar la plena libertad de la iniciativa privada a través de la economía de mercado. Ni Estado social, ni cooperativo, ni socialdemócrata, ni ningún otro neologismo que pretenda coartar la economía libre pueden ser permitidos.
Estado mínimo: el Estado debe avocarse a las tareas fundamentales que no pueden ser ejercidas por otros entes: defensa de la soberanía y seguridad nacional, justicia, externalidades, educación básica, salud y seguridad social (estas dos a través de concesión al sector privado). Nada de planificación estatal, de empresas públicas, y cualquier otro mecanismo por el cual el Estado invada la esfera privada.
Sistema de partidos: es indispensable un sistema de partidos fuerte, institucionalizado, democrático y estable. Donde no exista este, se cae en el peligro del populismo o el clientelismo.
Cero corrupción: esta es la madre de la degeneración del sistema, como bien desde Aristóteles se viene indicando. El clientelismo y el populismo son cunas de la corrupción, por lo tanto, deben ser erradicados de raíz.
Libertad religiosa y de conciencia: consecuencia ineludible del principio de la libertad individual ilimitada, solamente por las limitaciones legales.
Primacía del bien común: regla ineludible de toda democracia.
Fundamentación en los valores éticos y morales: esta es la regla de oro de todo régimen liberal, la cual impide la degeneración del sistema político, social y económico.
Es menester analizar por qué se ha dado el éxito en unos países del régimen de democracia liberal y en otros, no. No se trata de una superioridad de las poblaciones, ni de condiciones geográficas, ni de determinismos históricos. Tampoco de una herencia incambiable (los “tigres asiáticos” así lo demuestran). En mi opinión, es simplemente un problema sociocultural: el discurso izquierdista ha impregnado las bases culturales de la sociedad, por lo tanto, impide por inercia que las costumbres socialistas, populistas y clientelares sean erradicadas. Se necesita, pues, una verdadera revolución, sobre todo mental, para que América Latina despegue hacia su verdadero desarrollo, el cual no puede estar fundamentado, insisto, sino en un consenso liberal.

LA RECALCULADORA (LEOPOLDO LÓPEZ GIL, EL NACIONAL)
La semana pasada unos compatriotas hablaban muy angustiados sobre el nuevo poder adquisitivo del venezolano. Discurría ello en torno a una gran confusión sobre el valor de la cesta básica de alimentos. Encolerizado, uno de los contertulios gritó con desesperación: “Traigan mi calculadora, mujer, porque aquí el compadre se dio a la tarea poco gentil de confundirme con sus guarismos, y como él es y que ingeniero, la tiene fácil conmigo”.
El tema, al parecer sencillo, se repitió cada vez que se acercaba algún conocido sin distingo de edad ni género. Esto quedó muy claro: para los venezolanos cualquier cálculo de precios hoy, después de un mes de promulgada la soberanía de nuestra moneda, el ridículamente llamado bolívar soberano, requiere de una maquinita de “calcular“, pues son tantos los ceros quitados que las memorias normales para recalcular la nueva moneda no tienen espacio en las pantallas de las maquinitas.
Si la cesta tiene un valor de 15 bolívares soberanos, serían unos 1.500.000, que a su vez serían unos 1.500.000.000, es decir, un millardo quinientos mil bolívares simples, esos de la cuarta República, esos que eran tan soberanos que al viajar exclamábamos ante los precios: “Ta barato dame 2”. Humillante circunstancia que lleva a cualquier cálculo referencial a millones, billones o trillones de una cuasi moneda que deshonra el nombre de nuestro Libertador.
Si los dialogantes intentaban aclarar ideas para vender o comprar algún bien, iban a una moneda referencial, y es así cuando le ofrecen una bicicleta usada en 200 euros y el otro contesta que le parece cara, mientras un tercero opina que está regalada; ¿quién tendrá razón? Imposible saberlo sin lograr la equivalencia del euro y su cotización.
Al comenzar a agregar ceros la maquinita se congestionó, se indigestó o atragantó de tanta arepa vacía, y saturada su capacidad, protestó con una E que, suponemos, abreviaba error, pero también podría ser la E de escamoteado, por lo que ha sufrido su dueño, o más probablemente es la E de erial, por lo que está quedando en la patria de Simón Bolívar.
Son muchas las razones para que nuestra máquina de calcular natural, nuestra inteligencia, requiera ayuda para interpretar el espantoso fenómeno de la economía venezolana que, dirigida desde hace veinte años por una banda de sátrapas hábiles para la destrucción de una nación como no se había visto desde las hordas del gran Gengis Kan, ahora intentan balbucear nuevas reglas de teoría monetaria creando criptomonedas y bautizando con un rimbombante “soberano” esta pobre expresión de calderilla solo aceptada por nuestra empobrecida población.
Así se ha llegado al llegadero. Los venezolanos requieren de una nueva recalculadora, una que, además de aclararles cómo hacer para que su patrimonio no se convierta en sal con agua, también sea un elixir de esperanza para continuar en el bosque de las tinieblas económicas hasta que amanezca un día de sensatez y respeto.

LA JUVENTUD NO SE RINDE (ANTONIO ECARRI BOLÍVAR, EL NACIONAL)
El sábado pasado fui invitado al Congreso Centro Occidental de la Juventud de Acción Democrática, celebrado en la sede del Colegio de Abogados del estado Lara, en Barquisimeto, para hablarles de la historia de Acción Democrática y las perspectivas de nuestra organización de cara al porvenir. Confieso que tenía mucho tiempo que no me emocionaba tanto, en un evento político, como en ese acto de los jóvenes militantes del Partido del Pueblo.
Antes de mi intervención hablaron: la ex rectora del CNE Sobella Mejías, quien narró con brillantez excepcional todos los vicios y añagazas de nuestro actual sistema electoral; el compañero Winston Cabas, presidente de la Asociación Nacional de Energía Eléctrica, quien les narró a los jóvenes, con criterio técnico y científico, que: “Como hay problemas en el Guri, en las plantas térmicas se tenía que subir la generación para que compensara esa pérdida. Sucede ‒agregó‒ que no se planificó el mantenimiento de las termoeléctricas, por lo cual no funcionan bien ahora, como es el caso de Termo Centro, Tacoa, Planta Centro. Es decir, las plantas térmicas están en situación crítica, como el Guri. El problema radica en que no se le hace mantenimiento a las plantas para que estas asuman la falta de generación que debe producirse en Guayana; además de la inmensa corrupción, ocurrida con la compra de pequeñas plantas eléctricas, que jamás funcionaron porque formaron parte de un megaguiso con el gobierno”. Luego, propuso las fórmulas para salir de este atraso tecnológico, con los universitarios venezolanos que aún quedan entre nosotros.
El acto fue clausurado con un informe político de nuestro secretario nacional de organización, Bernabé Gutiérrez, quien dejó claro la posición del partido de abstenerse en las próximas elecciones municipales y sobre la necesidad de seguir luchando hasta obligar al gobierno a entregar las condiciones electorales necesarias para poder participar y derrotarlos.
Aunque lo más emotivo del evento fue la intervención de los jóvenes: en efecto, la emoción que percibí fue por contagio, al ver que en este país, donde vivimos una crisis sin precedentes, aún existe alegría y entusiasmo. Todo por la convicción de unos muchachos que sí tienen esperanza de salir de esta pesadilla. Vi lágrimas, pero no de tristeza sino de rabia y decisión, de coraje contenido y de palabras de compromiso con el futuro de nuestro pueblo.
Pude oír, con deleite, la intervención de una joven estudiante de la Universidad Central de Venezuela, Lustay Franco, nuestra coordinadora de Educación Superior, quien nos hizo parar a todos de nuestros asientos, al jurar no irse de Venezuela hasta no salir de este régimen de oprobio que nos desgobierna. También nos paramos a aplaudir a nuestro secretario Juvenil Nacional, el diputado Ivlev Silva, cuando informó que AD es la primera fuerza juvenil y estudiantil de Venezuela, lo que fue reconfortante oír porque, obviamente, para un partido de 77 años de fundado es una garantía de futuro conocer esta noticia.
Además, agregó el líder de los jóvenes adecos algo de fondo: en AD no hay lucha generacional, porque ese es un concepto y una conseja absolutamente reaccionaria y pasada de moda. “Aquí lo planteado, dijo Ivlev, es una alianza de clases sociales, para impulsar el pluralismo que frene el pensamiento único, conformando un gran frente sin discriminaciones de ningún tipo, para escoger en elecciones de base al líder que encabece esa lucha por arrancarle al régimen un nuevo árbitro diferente a este CNE absolutamente parcializado con el régimen y esa exigencia debe ser unitaria, de toda la oposición que se encuentra afuera y dentro de Venezuela”.
Los adultos mayores que presenciábamos el acto llegamos a la feliz y emotiva conclusión que a este partido, con esa juventud aguerrida y talentosa, no lo destruye nadie. Y esa percepción nos hizo recordar aquella corta pieza de teatro, guasa o poema, de Aquiles Nazoa: La Pasión según San Cocho: “Jesús dijo: ¿Qué te asusta? ¿Qué te arredra? / ¿Quién te persigue cual rata? / ¿Quién te ha tirado esta piedra / que si te alcanza te mata?” / Magdalena responde: “Porque visto este sudario / color de gallina clueca, / mi vecindario me impreca / diciéndome: ¡Adeca, adeca! / ¡La adeca del vecindario!”. Pero Jesús defiende a la Magdalena con el siguiente argumento: “…Porque, bien vista la cosa, / adeco aquí es todo el mundo. / Del interior o del centro, / ricachos o güelefritos, / aquí hasta los muchachitos / llevan su adeco por dentro. / Y alzando hacia el pueblo el brazo / le lanza el siguiente leco: / —¡Que el que no se sienta adeco / suelte el primer ladrillazo! Y así todos se serenan y van soltando las piedras”.
En el Congreso de los jóvenes socialdemócratas pudimos constatar las certezas de Aquiles Nazoa, porque unos muchachos que no han conocido otro régimen que esta pesadilla chávez-madurista y que militen con convicción en Acción Democrática, un partido al que ni siquiera vieron gobernar y construir a Venezuela, es porque, definitivamente, aquí en nuestro país: “del interior o del centro/ ricachos o güelefritos, / aquí hasta los muchachitos llevan su adeco por dentro”. No hay dudas: ¡sí hay futuro, porque la juventud no se rinde!
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