Por Humberto Gómez García/ Caracola/
Hay que despojarse del fanatismo y asumir los hechos con objetividad, la visión pesimista o predipuesta políticamente nunca va a reconocer algo por óptimo que sea. La búsqueda de solución habitacional a la más de 1000 familias que habitan en esa mole mediáticamente llamada Torre de David, quizás por estar en la zona judía de Caracas que es San Bernardino, y que fue un frustrado proyecto neoliberal de la banca usurera, de allí su nombre de Confinanzas.
La medida gubernamental es humanista, correcta, indica no sólo una decisión de sanear la ciudad sino darle condiciones de vida digna a quienes allí habitan con viviendas que mejoren sensiblemente sus estándares de vida.
No ha habido desalojo, atropello, ni golpes ni represión pero sí la acción y la autoridad de las autoridades. La acción humanitaria del gobierno revolucionario se produce a partir de llegar a un acuerdo con las familias que allí habitan de las cuales han salido más de 120 en una primera fase, no para barracas, infames tugurios como en el pasado de la Cuarta República, van para viviendas dignas, la mayoría en Caracas, otras en el interior del país.
Se ha adoptado una política de seguridad para evitar nuevas invasiones, garantizar la seguridad de los que quedan y del sector en general.
¿Todo eso es criticable?
Los que nunca reconocen nada quizás lo harán, la mayoría sensata, lo aplaudirá, pero el paso ya está dado y es una apuesta de ganar, ganar.
Ganan las familias que van para una vivienda que no sólo no tenían, sino incapacidad para adquirir una, si no, no vivirían en aquellas precarias condiciones.
Gana, por supuesto, la ciudad de Caracas que se le quita un explosivo y permanente problema social y la posibilidad de acondicionar el monumental espacio para usos múltiples, oficinas, centros culturales, escuelas, comercios, cines, sedes municipales y ministeriales, sedes del poder popular.
Se le quita a la contrarrevolución y enemigos del pueblo como los agentes cubano/mayameros y sus compinches criollos que han utilizado ese espacio para filmar películas y videos donde se agrede a nuestro pueblo y a su .
Se le quita al hampa, a las mafias que vendían los espacios aprovechándose de la necesidad de las familias y cobraban peaje a los moradores de la Torre.
Hay que aplaudir esa acertada decisión del gobierno.
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