miércoles, 30 de julio de 2014

“La corrupción y la ineficiencia gubernamental


“La corrupción y la ineficiencia gubernamental genera injusticia, rompe las relaciones de convivencia social y afecta el autoestima de la sociedad en su conjunto, por ello es que debe ser prevenida y combatida con energía y decisión”

Abordar el tema de las iniciativas populares anticorrupción en Venezuela es referirse a una de las materias pendientes de la Revolución Bolivariana: la de encarar una efectiva lucha contra la corrupción y la ineficiencia como responsabilidad compartida entre el Estado, el sector privado, los movimientos sociales, el Poder Popular y los Medios de Comunicación Alternativos Comunitarios.

La Comunicación Popular Alternativa es un instrumento de lucha comunal contra el poder público y privado y por supuesto contra la corrupción e ineficiencia, es una comunicación que ha surgido como una respuesta a las necesidades de otro tipo de información, que busca una interrelación entre el pueblo oprimido, excluido y humillado y la Estructura  del Estado en todos sus niveles.  

La Comunicación Popular constituye un espacio democrático, participativo y Protagónico, en donde no existen emisores especializados o consagrados por razones de prestigio, si no que la información y la noticia es producida por el mismo pueblo con su viva voz y su originaria cultura. Es aquella que partiendo de la necesidad de los grupos populares, transforma las características de la comunicación dominante. Se trata pues, de que los sujetos tradicionalmente marginados y golpeados lleguen a tomar  entre sus manos los espacios sociales y de Justicia que le están indicados y garantizados en la Constitución.  

Estamos convencidos de que la comunicación popular es una herramienta de lucha, que puede tener mucho peso, y de que como en otros terrenos de batallas  en la comunicación la unión también hace la fuerza.

Ahora bien, nos proponemos focalizar con este aporte, la importancia que tiene la comunicación popular en el combate contra la corrupción, el burocratismo y la ineficiencia. En este sentido, pensamos que si el gobierno diera un paso para liberar los bósales que amarrar a los medios de comunicación alternativos y comunitarios y que seguidamente les otorgara la libertad para que estos  colocaran al pueblo en sus manos esta importante herramienta comunicacional, donde las comunidades y los movimientos sociales crearan la noticia y la información que a los corruptos y burócratas NO LE GUSTA y para que denunciaran cualquier tipo de irregularidades que se le hiciera a los recursos públicos, de seguro que otro seria el escenario con este mal que pretende asfixiar a la Revolución Bolivariana.

Solo imagínense camaradas el impacto moral que ocasionaría a los funcionarios corruptos al ser expuestos y bombardeado públicamente por el pueblo dado a sus actuaciones irregulares y delictivas contra la cosa pública, No hay nada más duro compañeros para la inmoralidad de los corruptos que los desnuden públicamente con pruebas y que les tumben su falsa credibilidad en el marco de la Ley. Recordemos que para los corruptos las denuncias antes los órganos judiciales representan solo un sustico que de inmediato resuelven a punta de billete y con padrinajes políticos.

Promovamos y coloquemos entonces esta poderosa herramienta en manos del pueblo comunicador y libremos sinceramente y sin piedad una batalla contra los funcionarios corruptos. Castiguemos legal y laboralmente a unos dos o tres y verán que los demás agarran mínimo.  

Este rotativo es un instrumento de lucha del pueblo y de las comunidades, nuestra línea editorial puede definirse como una mirada desde el campo popular y progresista, pero plural dentro de ese campo. No solo creemos que la convivencia y respeto entre las diferentes miradas del pueblo es posible, sino que además son necesarias, pero de lo que si estamos seguro es de la unión y disponibilidad que existe de todos los sectores en la lucha contra la corrupción y la impunidad.

En nuestro país el que la hace no la paga. Ni va a la cárcel y, menos  aún, restituye lo robado. Este es uno de los principales problemas. Actualmente el mal de la extendida corrupción y del elevado nivel de impunidad, constituye un factor gravitante del deterioro acentuado de la legitimidad popular que tuvo en sus orígenes el Gobierno Bolivariano Revolucionario. El mantenimiento en sus cargos de varios altos burócratas denunciados por graves hechos de corrupción en el desempeño de sus funciones fue sumando frustración y descreimiento popular hacia la verdadera voluntad y capacidad del Poder Ejecutivo para combatir el flagelo. Los poderes Judicial y Legislativo no salen mejor parados en una evaluación del ejercicio de sus atribuciones constitucionales.

Hoy día si bien en esferas del gobierno se mantiene un discurso anticorrupción, éste ha sido superado largamente por la desidia e inacción del poder administrador, del  sistema judicial.

Es evidente que mientras no se produzca una reorganización estructural, tanto en el plano económico como en el político y en el seno del gobierno, el problema de la corrupción, como un fenómeno fuera de control en Venezuela, seguirá existiendo, como una consecuencia del propio sistema.

No es exagerado afirmar que la impunidad se ha instalado en la sociedad, porque ella carece de una cultura general de respeto a las normas y que no existen casi expectativas de sanción para quienes delinquen o cometen actos de corrupción en la función pública o en cualquier ámbito. La corrupción pública y privada está amparada. Protegida por una Justicia incapaz de investigar y castigar ejemplarmente y por una ciudadanía que en general exhibe una actitud pasiva, complaciente o conviviente con la corrupción. El funcionario desleal, deshonesto, incompetente e ineficiente, tiene la cuasi certeza de que ni el sistema judicial ni el sistema social y de gobierno están en condiciones de sancionarlo, porque tiene el amparo del poder político.

En este contexto el trabajo anticorrupción en Venezuela se hace bastante difícil. Aun así estamos convencidos de que la herramienta de la comunicación popular es la única que a largo plazo darán alguna solución al problema de la corrupción.



La participación popular, la transparencia y el acceso a la información son condiciones esenciales para el desarrollo y fortalecimiento del plan anticorrupción, la administración de recursos oficiales deben ser públicos accesibles y sin restricciones para garantizar un pronunciamiento objetivo y veraz. El libre acceso a la información pública confiere a la participación popular su verdadera dimensión e importancia en la construcción de nuevas identidades comunales, locales, regionales  y nacionales, que se sientan libres de corrupción.

Finalmente, cabe enfatizar que la integración efectiva de toda la sociedad venezolana en la lucha contra la corrupción aún está pendiente. Junto con el problema de la inseguridad creciente, el de la extendida corrupción e impunidad constituyen los desafíos comunales, municipales, regionales y nacionales más relevantes que debemos enfrentar todos los venezolanos en la presente década, porque la consolidación del sistema socialista y la construcción de un nuevo modelo de desarrollo económico sustentable con equidad social y justicia, son inviables en el actual estado de corrupción.

El pueblo quiere transparencia, quiere información, porque saber es poder y un poder popular sin información no es poder. Si vamos a luchar contra la corrupción y los males del viejo Estado Burgués hagámoslo en serio, aunque se genere una verdadera guerra interna contra la burocracia corrupta y el reformismo. Nuestro pueblo merece la construcción de un socialismo ético, honesto y transparente y una verdadera REVOLUCIÓN sería que Venezuela pase a ser uno de los países  más honestos y transparentes del mundo, un socialismo ejemplar que nuestro pueblo pide a gritos, exige y merece

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