El alcalde de Santa Marta, Colombia, Carlos Caicedo, emprendió desde 2014 una caracterización de los cálculos, en los que a través de la negociación con cuarenta familias y la expropiación de dos predios, logró derribar el pasado martes el muro de 160 metros, denominado “el muro de la infamia”, que durante años solo fue una obra inconclusa que generaba constantes malestares a la ciudad y que ninguna otra administración había intentado arreglar.
La administración de Caicedo destinó 5.700 millones de pesos para la compra de los predios que estaban ubicados en el sector, reseñó el diario colombiano El Tiempo.
Las familias fueron orientadas y reubicadas en barrios que tienen mejores condiciones y que no afectarán su calidad de vida.
“Gracias al esfuerzo de esta administración se cambió la vida de las 40 familias que habitaban esas viviendas. Hoy cuentan con vivienda propia y en sectores de la ciudad que no ponen en riesgo su integridad”, aseguró el Alcalde.
La primera dama de Santa Marta, Elisa Villarroel, también destacó que el derribamiento del muro permitirá que la ciudad mejore en el aspecto social, ambiental y de movilidad.
La Alcaldía destinará 2.800 millones de pesos para pavimentar la vía y así crear una nueva calzada doble con su respectiva señalización vial. También construirá 300 metros de un tramo de alcantarillado, un parque y reubicará redes eléctricas.
La primera dama de Santa Marta, Elisa Villarroel, también destacó que el derribamiento del muro permitirá que la ciudad mejore en el aspecto social, ambiental y de movilidad.
La Alcaldía destinará 2.800 millones de pesos para pavimentar la vía y así crear una nueva calzada doble con su respectiva señalización vial. También construirá 300 metros de un tramo de alcantarillado, un parque y reubicará redes eléctricas.
Hace 40 años se construyó en la ciudad de Santa Marta ese muro, que afectaba la movilidad de los habitantes samarios, impedía que continuara la construcción de la avenida del Río y representaba la injusticia e inequidad social que se vivía en esa ciudad.
El muro separaba dos barrios, uno de estratos uno y dos y el otro de estrato cinco.
El muro separaba dos barrios, uno de estratos uno y dos y el otro de estrato cinco.
En el primero, las personas vivían en situaciones precarias y tenían constantes problemas cuando llovía, debido a que el agua se metía en sus casas.
En el segundo, habitaban dirigentes políticos y personas de la ‘alta sociedad’ de la ciudad, que se opusieron al derribamiento del conocido ‘muro de los lamentos’.
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