Publicado el 27/Ene 2017 a las: 6:48 pm Por: Luis Alvarado
Caracas, 27 de enero de 2017.- Un grupo de 12 investigadores venezolanos creó una serie de fórmulas a base de residuos agroindustriales para realizar biotratamientos en suelos contaminados con hidrocarburos, el proyecto “Producción de biomasas agroindustriales para el biotratamiento de desechos con hidrocarburos” es liderado por el investigador Saúl Flores, jefe del Laboratorio de Ecología de Suelos II, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
Flores reveló que, en este proyecto, los científicos utilizaron residuos agroindustriales, como cascarillas de arroz, tusas de maíz, bagazos de sábila y caña de azúcar, y cápsulas de moringa, para remover hidrocarburos en áreas afectadas por derrames de petróleo o lodos de perforación, reseñó nota de prensa.
Los biotratamientos obtenidos en el desarrollo de este proyecto son tecnologías estratégicas, dado que el Motor Hidrocarburo es uno de los motores con mayor actividad y dinamismo en la economía nacional; y, sobre todo, considerando el compromiso del Gobierno venezolano en la preservación de la vida en el planeta.
En esta iniciativa —que recibió financiamiento del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit) — trabajan 9 científicos (siete mujeres y dos hombres), que hacen vida en el IVIC, en el Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo (Intevep), y en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV).
“Estudiamos las propiedades químicas de los residuos; luego, probamos de manera natural y con tratamientos térmico-químicos. La mayoría de estos residuos, cuando se les realiza tratamientos térmicos, aumentan algunas de sus propiedades que ayudan en el proceso de biotratamiento”, indicó.
Los investigadores tomaron los residuos, estudiaron cada uno de ellos y obtuvieron resultados interesantes. Sin embargo, fue a través del bagazo de sábila y de la cápsula de moringa que obtuvieron mejores resultados para el biotratamiento de desechos con hidrocarburos provenientes de actividades de la industria petrolera.
Las pruebas de este proyecto se hicieron con hidrocarburos de la Faja Petrolífera del Orinoco, específicamente de la zona de San Diego de Cabrutica. “Durante la prueba, agregamos los residuos, y resultó que la cápsula de moringa y el bagazo de sábila aumentaron las propiedades biológicas del suelo, y permitieron que el crudo desapareciera más rápido. Comprobamos que la moringa y el bagazo de sábila estimulan los microrganismos que están en el suelo, y ayudan a degradar el hidrocarburo”, resaltó Flores.
A partir de los elementos identificados, el equipo del IVIC comenzó a realizar fórmulas para generar un producto y registrarlo como una solución para bioestimular los suelos y facilitar su recuperación.
El rescate de suelos y agua es posible
En el marco de la investigación, los científicos venezolanos detectaron que los residuos agroindustriales tienen distintas aplicaciones: los combinaron para introducir unos biofiltros que fueron probados en colorantes, metales pesados y mercurio, y obtuvieron buenos resultados.
Saúl Flores explicó que tomaron las cápsulas de moringa, las sometieron a un tratamiento térmico y, luego, las manejaron con quitosano proveniente de cangrejos y conchas de camarones. Partiendo de esta idea, diseñaron biofiltros capaces de absorber los metales que están en el agua. “Deseamos escalar esta idea y construir biofiltros para que la gente pueda tomar agua descontaminada. Este producto es ideal para aquellas industrias que trabajan con colorantes, textiles, metales, cuero; para que puedan tratar sus aguas, y no causar tanta contaminación”, sostuvo.
Uno de los objetivos planteados es que las empresas de producción social se apropien de estas tecnologías, y las apliquen en sus espacios para beneficiar a los habitantes de la zona.
Según Flores, a través de este proyecto, se pueden fortalecer las industrias petrolera y textil; así como beneficiar las poblaciones de los estados Monagas, Anzoátegui, Barinas, Apure, Guárico, Zulia, Lara y Táchira.
Científicos ‘abonan’ suelos productivos del país
Otra virtud del proyecto de biomasas agroindustriales del IVIC es que tiene aplicaciones en otros espacios. Por ejemplo, “en el estado Mérida, donde la utilización de herbicidas y plaguicidas ha perjudicado los terrenos, queremos hacer unos ensayos para acelerar la recuperación de los suelos. El objetivo es brindar soluciones concretas al país con los aportes científicos”, enfatizó.
Cabe destacar que, para hacer biotratamientos, por lo general, las empresas utilizan productos importados; en este caso, los investigadores del IVIC aprovechan materia prima nacional.
“La ventaja es que los residuos que nosotros utilizamos se encuentran fácilmente, pero sería interesante estimular la producción agrícola para seguir obteniéndolos y, así, darle un mayor uso aplicando la ciencia y tecnología a favor de la población venezolana”, afirmó Saúl Flores.
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