10:10 AM / 30/07/2017-Mariana Tello
Agencias
La comunicación familiar puede fomentarse en diferentes momentos del día, con muchas actividades y formas, una de ella es el momento de la comida, el tiempo perfecto para que padres e hijos compartan experiencias, dudas y diseñen sus metas futuras.
“Es el tiempo oportuno de relacionarse todos los miembros de la familia, un espacio para transmitir valores, normas de educación. Es el momento perfecto para que los niños aprendan a comer como es debido, aprenden a hablar, inclusive es ideal el tiempo para compartir anécdotas familiares”, destacó la psicóloga Marta Taborda.
Disfruta el momento.
La hora de comer es un momento del día en el que puedes contrarrestar todas las distracciones, juntar a toda la familia y captar su atención por el tiempo suficiente como para tener una conversación real.
“Es importante sentarse todos juntos a la hora de comer. Sin televisión, ni teléfonos en mano y de esa manera fomentar la comunicación entre los miembros de la familia”, explicó la psicóloga Catina Furlan.
Para el funcionamiento de este espacio familiar se deben poner reglas. Por ejemplo recordarle a todos los miembros de la familia que en la hora de comer, nadie puede utilizar su móvil, computadora o tablet en la mesa. Es más, deben dejarlos en otra habitación para no escucharlos sonar o vibrar y sentirse tentados a levantarse para ver quién es.
Nada de elementos que interfieran la comunicación.
COMER JUNTOS REGULARMENTE
En lugar de cenar sentados en el sofá mirando la televisión algunas noches, y otras sentados a la mesa conversando, es una buena idea sentarse juntos a la mesa a comer, aunque sea algo ligero, un hábito regular.
Después de un tiempo se acostumbrarán y será natural sentarse a comer juntos y charlar.
“Disfruto estar con mis amigos, jugar en el DS pero me encanta cuando me siento con mis hermanos y mis padres a conversar lo que hacemos, los pendientes, soñamos despiertos y eso nos puede llevar horas”, precisó Mariana Blanco, de 12 años.
La comida un momento perfecto para compartir.
COMUNICACIÓN SEGURA
Quizás una de las cosas más difíciles de lograr es que los niños y adolescentes se abran y expresen abiertamente sus pensamientos y emociones. Busca la manera que la hora de comer sea un momento seguro, en el que cada uno pueda expresarse sin miedo a ser criticado o rechazado.
Si surge algún tema difícil, siempre puedes hablarlo más tarde en privado.
“El espacio de comunicación a la hora de la cena me ha permitido detectar estados de ánimo de mis hijos, apoyarlos con sus preocupaciones, trabajos, dudas. En oportunidades, me permite posteriormente establecer una comunicación individual con alguno de mis hijos para orientarlos y favorecerlos en ciertas situaciones propias de la edad. Es un momento que considero mágico y por mi trabajo soy el último en llegar a casa, pero tenemos el compromiso de esperarnos y disfrutar del momento”, destacó José Pirela, padres de tres niños.
Espacio para la expresión.
PREGUNTAS CON ASERTIVIDAD
Trata de evitar aquellas preguntas que se pueden responder con sí, no o bien. En lugar de preguntar “¿cómo te fue en el colegio?”, prueba cambiar el enfoque y hacer preguntas más específicas, como por ejemplo: ¿qué están estudiando en historia? o ¿cuál es tu materia favorita y por qué?
Y lo más importante, ¡no preguntes como si fueras un investigador del FBI! Los niños enseguida sienten cuando los padres estamos hurgando en su vida, y no les gusta, por lo que es más probable que se cierren y no quieran hablar.
Habla de tu vida, cuenta historias de cómo eras tú a su edad, y sobre todo, no juzgues. Simplemente escucha, habla y disfruta de la conversación y podrás enterarte de todo lo que desees saber sobre tus hijos.
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