Con una sesión especial en la Asamblea Nacional rinden homenaje al diputado Robert Serra. La juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela se moviliza este jueves desde la Plaza Morelos y hasta la sede de la Asamblea Nacional, en el centro de Caracas, en homenaje a Serra. La movilización cerrará con un acto al que ha sido invitado el presidente de la República, Nicolás Maduro.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, destacó este jueves el papel que desempeñó el diputado y dirigente juvenil, Robert Serra, como ejemplo de palabra y acción combativa a favor del proceso revolucionario que vive Venezuela.
"Robert siempre será juventud que ama la Patria, siempre será valentía para defender la Revolución #ConRobertEnBatalla", escribió Maduro en su cuenta de twitter @NicolasMaduro, a propósito de cumplirse este día el primer aniversario del asesinato del dirigente juvenil.
"Y con la fuerza de su ejemplo sin vacilaciones ni dudas vamos #ConRobertEnBatalla a construir nuevas victorias", agregó el Jefe de Estado en otro mensaje.
Junto a “El Colombia” hay otros 12 procesados. “Ninguno se declaró culpable, todos pasaron a juicio”, dice la madre de Robert, Zulay Aguirre. “Tengo mucho dolor porque me falta mi hijo. Pero confío en la justicia”, agrega la también dirigente del Psuv en Caracas.
Un crimen que sacudió al país el 1 de octubre de 2014, cumple este jueves un año. A Serra lo atacaron con un punzón de los usados para picar hielo. A su asistente, María Herrera, la estrangularon. Los dos estaban en la casa del parlamentario, en el populoso —y céntrico— sector de La Pastora, en Caracas.
“Fueron asesinados vilmente dentro de su vivienda Serra y su compañera”, afirmó el para entonces ministro de Interior, Miguel Rodríguez Torres, en la escena del crimen.
“Había sido amenazado días antes por su valentía, pero fue estudiado y encontraron una vulnerabilidad”, declaró el presidente Nicolás Maduro, durante los días inmediatos al crimen.
Zulay ignora por qué mataron a su hijo. De lo que está segura es de que se trató de “una conducta impropia de los venezolanos. Nosotros no somos así. Mi hijo no tenía enemigos”, asegura.
El cerebro de la operación, según las autoridades, fue el de Julio Vélez, exconcejal colombiano, señalado por el presidente Maduro como “financista del crimen”. Vélez está preso en Caracas, en la sede del Sebin. Lo detuvieron en Yaracuy, portando una cédula falsa.
Se le imputaron “los delitos de uso de documento público falso y forjamiento de uso de documento público falso, detentación y ocultamiento de arma de guerra y ocultamiento de municiones”, informó el Ministerio Público.
Padilla, quien fue extraditado desde Colombia por su participación en el homicidio, fue imputado por la comisión de cinco delitos, en todos en calidad de coautor. “Homicidio agravado y robo agravado en perjuicio de Robert Serra, y homicidio calificado con alevosía, por motivo fútil y en la ejecución de un robo agravado en perjuicio de María Herrera”. Comparte, además, una acusación por asociación para delinquir.
A Leyver lo capturaron en Cartagena, Colombia. Uno de sus hijos también participó en el homicidio. Padilla es amigo de Edwin Torres Camacho, uno de los escoltas de Serra, también detenido.
Pero, Padilla, no es el único detenido. El grupo lo completan otras 12 personas. Torres Camacho, Carlos Enrique García Martínez, Dany Salinas, Jaime Padilla, Neira Palomino, Yusmelys Meregote, Nadis Orozco, Wuadyd Pacheco, Erick Romero y Raidel Espinoza.
Torres, Romero y Espinoza son funcionarios de la Policía de Caracas. Fueron acusados como cómplices no necesarios en homicidio intencional calificado y robo agravado.
El jefe de los escoltas de Serra, Edwin Torres Camacho, fue el líder del crimen. El presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, dijo que a Serra lo habían matado por encargo, desde Colombia, y vinculó en ello al expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Padilla comentó a medios colombianos, mientras esperaba el traslado a Caracas en una cárcel de máxima seguridad en Cartagena (departamento de Bolívar), que conocía a Torres Camacho, pero sostuvo no estar vinculado al crimen.
“El hombre indicó que el 3 de octubre, dos días después del asesinato, Torres le dio un paquete para que lo agarrara. Padilla indicó que no revelará lo que estaba adentro de ese paquete hasta que su caso vaya a juicio, pero si admitió que aceptarlo fue un error de su parte”, reportaron medios colombianos.
Los procesados están distribuidos en dos entre dos sedes del Sebin: El Helicoide y Plaza Venezuela.
Aguirre aclaró que Robert no nació en Maracaibo. “Yo soy zuliana. Yo me vine a Caracas y el nació aquí, en la clínica Santa Ana. Pero íbamos siempre a Maracaibo, él quería mucho a esa ciudad. Le encantaban los patacones, y era muy chiquinquireño”, recordó.
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