29 sept. 2017 - Hay una constante agresión al pueblo venezolano acendrada en los últimos cuatro años pero que comenzó en 1999 cuando Hugo Chávez llegó al poder. Ese mismo esquema se ha implementado en otros países como Chile y Cuba, y se entiende que estos mecanismos de los grandes capitales vengan asociados o aliados a factores locales políticos manipulados por EE.UU que aparece cuando siente amenazados los intereses del modelo capitalista.
Cuando se dice que alguna nación busca una sociedad igualitaria o se encamina al socialismo se generan acciones económicas que habitualmente no van solas, sino que se acompañan de una guerra mediática, con hechos económicos falsos que pretende desviar la atención como lo que ocurre hoy en día con el gobierno venezolano.
La campaña mediática sirve para crear las condiciones y desviar la responsabilidad de la violencia propiciada por el capital y sus socios de negocios locales hacia el gobierno, creando las condiciones de ataque y sabotaje al pueblo venezolano, que al mismo tiempo sufre una una guerra psicológica, esboza Pasqualina Curcio Curcio, destacada investigadora y académica venezolana, voz imprescindible a la hora de entender el proceso de guerra económica contra Venezuela.
Ella es egresada de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en 1992, realizó un Magister en Políticas Públicas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA-Venezuela) en 1995 y se doctoró en Ciencias Políticas en la Universidad Simón Bolívar (USB-Venezuela) en 2003. Actualmente es profesora titular del Departamento de Ciencias Económicas y Administrativas y de la Coordinación de Posgrado en Ciencias Políticas de la Universidad Simón Bolívar y miembro del Consejo Directivo de la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA). La mayor parte de sus investigaciones están relacionadas con el área de la salud de Políticas Sociales y de Economía de la Salud.
¿Por qué guerra económica?
Explica que el propio Chávez, en lo que en Venezuela denominan como el Plan de la Patria, advirtió que se venía una agresión económica porque ya existían los antecedentes contra Salvador Allende y la investigadora recordó que en 1973 Henry Kissinger decía que tenían (el gobierno de Estados Unidos) que tener cuidado de que los demás países de América Latina no se dieran cuenta de que había una guerra económica contra Chile. En realidad, puntualiza, más que una agresión contra la economía es contra el pueblo porque alteran los mecanismos de distribución y producción de alimentos como medio para alcanzar un objetivo político, pretendiendo incidir en las preferencias políticas de los venezolanos.
Esta guerra comenzó en 1999 y ya "en 2002 tuvimos un golpe de Estado y un sabotaje petrolero, también un paro patronal convocado por los empresarios que afectaron los niveles de producción y la misma economía. En ese momento no tenían empacho en aparecer en televisión las asociaciones de empresarios, sin embargo, ahora cambiaron la táctica porque ahora lo hacen de manera encubierta, sin rostro visible, porque se cuidan de decir que no va haber harina de maíz, en un modelo muy similar a lo que practicaron en Chile, pero distinto al bloqueo de Cuba".
Ejemplifica que el caso venezolano puede entenderse viendo los tres mecanismos puestos en marcha desde 2003. El primero es planear el desabastecimiento de productos básicos, programado y selectivo. El plan no afecta exclusivamente los bienes económicos, por eso, diferencia, lo que sucede es una guerra y no una crisis, porque si fuera este el caso, sería consecuencia del fracaso del modelo y faltarían asimismo otros productos.
Vemos cómo en Venezuela se observan filas para comprar medicamentos, alimentos y otros productos de importación, pero no han faltado frutas, verduras u hortalizas que producen los campesinos con poca inversión; por ello, si habláramos de una crisis, los campesinos serían los primeros en verse afectados por un modelo agotado sin capacidad financiera.
Sin embargo, Curcio Curcio puntualizó que la harina precocida, que es el principal alimento que se consume en esa nación, está controlada por dos grandes empresas de capital transnacional, que a su vez comercializan también el arroz, la pasta, el aceite, el café y azúcar, insumos que han estado faltando porque ellos tienen bajo su control más del 60% del mercado "y al ser monopolios deciden cuándo colocan o quitan del mercado los productos, lo que provoca la escasez".
La guerra económica da resultado porque los monopolios controlan a los productos de muy alto consumo en cada hogar venezolano; todos ellos son necesarios porque están asociados a la salud y la vida y son difíciles de sustituir culturalmente por lo que, además, dicha capacidad de control los transversaliza y causa efectos en múltiples niveles.
El caso de los medicamentos
En Venezuela se produce 85% de los alimentos y el resto es importado, pero está concentrado en esos monopolios. No sucede así con los medicamentos que principalmente son importados por grandes corporaciones farmacéuticas. Por ejemplo, ha trascendido en medios internacionales que en Venezuela falta papel higiénico, toallas sanitarias, pañales para bebés, entre otros productos de alto consumo, pero que son surtidos por dos empresas, Procter & Gamble y Jonhson & Jonhson, que controlan el 90% del mercado.
"Esa dependencia nos hace altamente vulnerables. La escasez está programada, como el caso de la harina, y estas prácticas se intensifican cuando vienen los procesos electorales, agudizando las condiciones de alta conflictividad política con acciones violentas que buscan la renuncia del presidente".
Una inflación inducida
Curcio Curcio revela que el segundo aspecto es la inflación inducida, fenómeno acrecentado en 2013 de manera artificial porque no es resultado directo de la caída de la producción, y aunque esta, en efecto, ha disminuido por la baja en el precio del barril de petróleo se ubica en el marco de esa guerra económica. "Su efecto se debe a la manipulación del valor de la moneda que realizan particulares, porque además la economía de Venezuela depende de las importaciones y quienes importan son los grandes monopolios".
El eje es el costo cambiario porque 95% de las divisas entran por el petróleo y aunque ese cambio de divisas lo controla el Estado desde 2003, porque al ser una economía rentable existía el riesgo que de ella se apropiaran los grandes capitales, no obstante casi de inmediato surgió un mercado paralelo que desde hace cuatro años ha manipulado el cambio ilegal.
Revela que ese mercado se da en portales web donde colocan precios de la moneda que no se corresponden con la economía del país, pero que sus fluctuaciones responden a criterios políticos y no económicos, y que se observa notablemente su incremento cada vez que viene una elección.
—¿Cuál es el mecanismo de la relación de este tipo de cambio?
—Por ejemplo, si alguien produce plata o cualquier otro producto y tiene un camión que eventualmente necesita un repuesto, este es importado por cualquier corporación privada que recibe divisas del Estado a 10 bolívares por cada dólar. Con ese dinero preferencial que le otorga el gobierno, la importadora compra el repuesto en el extranjero, digamos en 100 dólares, y en consecuencia lo debería vender a mil bolívares.
Así sucede con prácticamente todos los insumos que se traen desde el extranjero, porque las importaciones se establecen con base en aquel tipo de cambio, el más alto en el mercado, que se mueve constantemente en esos portales y que a veces alcanza cifras de hasta 16 mil 800 bolívares por dólar, por lo que ese repuesto se le expende al productor a un millón de bolívares en vez de mil, expone.
Explicó que el detalle es que ese no es el valor real de la moneda, es un valor arbitrario sujeto a intereses empresariales ajenos al Estado, porque afecta los precios internos de la economía. "No es nuevo ese mecanismo porque lo hicieron en Chile dañando el valor cambiario de la moneda y luego en Nicaragua, con criterios políticos y no económicos que alcanzaron niveles inflacionarios del 10 mil por ciento. Son formatos del dólar flotante del imperialismo, probados para afectar la economía que también se aplicó en la Argentina de Cristina Kirchner".
Los efectos
El efecto negativo de esas maniobras alcanza al 97% de los venezolanos que ven disminuido su salario y poder adquisitivo, daña la economía y de paso genera el problema de la escasez de billetes y monedas. Ese es un problema evidente cuando no hay efectivo, porque con una inflación tan alta se necesita mucho más efectivo para comprar cualquier producto y por ello vemos cómo se forman largas colas para conseguir monedas o, en el peor de los casos, pagar comisiones para obtener dinero en efectivo.
2013, inicio del bloqueo económico a Venezuela
En complemento a ese control artificial de la economía están las restricciones financieras. "Desde 2013 y de manera encubierta, estamos bloqueados porque se presionan a otras naciones para que no realicen transacciones financieras con Venezuela, además que se nos limitan los accesos a créditos de los organismos internacionales, porque resulta que somos el país con mayor riesgo financiero en el mundo, con 3 mil 600 puntos de riesgo, un índice creado por las calificadores de riesgo que a su vez pertenecen, casualmente, a los grandes bancos".
Lo anterior significa que por cada 100 puntos de riesgo "nos quitan 1% de tasas de interés, así que si vamos al mercado internacional por préstamos tenemos que pagar 30% de intereses; son créditos carísimos. Los consorcios financieros nos impiden el acceso a los dólares diciendo que somos un país de alto riesgo, pero resulta que el City Bank, mientras cerró las puertas al gobierno venezolano, las mantuvo abiertas para los particulares".
Y reflexiona: "Vale preguntar ¿qué es más riesgoso en términos de liquidez, el gobierno de un país con las mayores reservas de petróleo del mundo, la segunda en oro además de vastos recursos naturales que casi ninguna nación del mundo tiene, o empresarios y particulares que evidentemente cuentan con menos activos?".
Esto no es nuevo. Desde 2012 comenzaron las presiones en un circo en el que contradictoriamente mientras aumenta o se mantiene la producción se incrementa la escasez y los mercados ilegales, además de las colas para comprar productos o adquirir monedas y dinero.
La investigadora reflexiona que los monopolios han alterado los sistemas de distribución porque no colocan los bienes de consumo de forma eficiente y deliberada, y eso hace que se desvíe a los mercados ilegales. "Lo falso del asunto se ve en que las empresas mantienen sus niveles de producción, inclusive las farmacéuticas que están en Venezuela han aumentado sus ventas. También dicen que el Estado no ha entregado divisas a las empresas y que por ello hay escasez o caída de la producción, pero no dicen que desde 2013 más de 300 mil millones de dólares han ido a parar a manos de la IP".
Aumenta la escasez en los procesos electorales
Recuerda que en 2003 el sector patronal venezolano le hizo un paro coordinado a nivel nacional a Chávez, y en consecuencia bajó la producción porque se avecinaba un proceso electoral; de ahí en adelante, por sistema, en cada elección se acrecientan los picos de escasez y carestía. En esa coyuntura no había café, azúcar ni leche en los mercados; al concluir las elecciones de 2007, que por cierto perdió el presidente Chávez, todos esos productos volvieron a aparecer en el mercado.
Como maniobra ejemplificativa es el aumento en el precio de la harina de maíz precocida que incrementó 3.700% (pasó de 19,00 bolívares en marzo de 2016 a 700,00 bolívares en diciembre), cifra muy superior a la inflación anual. Los dueños de las empresas, al ver a todos sus clientes haciendo largas colas para adquirir su marca, respondieron disminuyendo 80% la producción de la harina.
La Inflación
La inflación se mantuvo en dos dígitos desde 1998, aun con el paro patronal de 2003 y la crisis financiera internacional de 2008, pero en 2013 se disparó como si el país hubiera entrado en un conflicto armado o sufrido un enorme desastre natural en una maniobra claramente inducida, al colocar un tipo de cambio ilegal que afecta directamente la inflación.
Explica: "Por eso cuando el FMI advierte que en Venezuela va a haber una inflación del 1.700% no es porque sean buenos pronosticadores, sino que calculan el movimiento del tipo de cambio y maniobran para llegar a ese nivel que necesitan para afectar políticamente al gobierno".
De ahí que la variación del tipo de cambio no tiene que ver con la economía, sino que se mueve cada vez que hay elecciones, y al mismo tiempo, pidiendo desesperadamente la salida de Maduro como sucedió en los últimos tres meses del año pasado cuando los hombres del dinero manipularon el tipo de cambio, provocaron la falta de efectivo, la carestía y escasez, al mismo tiempo, de muchos productos. En ese esquema de presión financiera, agregó el tema de la deuda externa pues ese país paga una deuda de 60 mil mdd pero resulta "que mientras más pagamos más debemos".
La experiencia chilena va para Venezuela
Tal modelo lo delineó el senado de EE.UU., que en 1975 hizo un estudio de una acción encubierta en Chile, misma que se revela en documentos desencriptados por el mismo gobierno estadounidense en el que reconoce que llevaron a cabo acciones para derrocar al presidente Allende por medio de presiones financieras al gobierno, financiamiento a los partidos y organizaciones de ultraderecha y penetración y cooptación de las fuerzas armadas; es decir, los senadores norteamericanos apoyaron la creación de la dictadura de Pinochet para derrocar una democracia. Decían que había que derrocar a un dictador como Allende, y ese mismo discurso lo plantean con Maduro.
La democracia y la dictadura
Es el discurso que justifica las acciones de Trump. Dicen que el gobierno genera crisis humanitaria y así pretenden justificar la intervención. Han pasado 22 procesos electorales en el chavismo y de 2013 a la fecha cuatro comicios en los que se reconoce que gana la oposición. Para las próximas elecciones de octubre hay 226 candidatos en los 23 estados del país. Todos ellos de la oposición y el chavismo "y todavía mantienen el discurso de la dictadura venezolana. Ellos mismos se contradicen pues en la participación masiva hay un reconocimiento de las instituciones democráticas pero en el discurso actúan en sentido contrario".
Crisis humanitaria
"Están justificando la intervención, pero ¿cómo justificar que hay una crisis si vivimos así desde hace cuatro años; pese a ello, Venezuela tiene un índice de desarrollo humano alto que con todo y la guerra económica aumentó, algo que la propia CEPAL sostiene que somos el país menos desigual de América Latina".
Por ello argumenta que si ese país estuviera en crisis humanitaria, la desigualdad sería mayor y los índices de desarrollo humano no estarían en los niveles actuales, avalados por dicha organización.
Ejemplificó con el combate a la pobreza estructural que va en franca reducción debido a las políticas gubernamentales, ya que se mantienen subsidios al transporte, alimentos, servicios básicos "y se ha ha hecho con todo y la guerra económica".
Modelo económico basado en el ser humano
Cuando se habla de economía solo es eso, pero en Venezuela se parte del modelo humano, no importa si crece o no. "Lo importante es lo que pasa con la salud, la pobreza, la educación, por ello para medir los resultados no nos quedamos con los indicadores económicos. Hay políticas del gobierno que centran la atención en el ser humano y ello permite resistir a la guerra económica, de tal modo que pese a todo se han controlado los indicadores".
Pasqualina Curcio expuso con la mortalidad por desnutrición que dijo ha disminuido sustantivamente o los índices de desempleo del 6,6% acordes con la producción.
Reflexionó que con todo y la caída del precio del petróleo en 2015 y que el FMI sostiene que desde hace cuatro años se mantiene la tendencia, que por lo mismo acentúa la crisis financiera de Venezuela, los críticos del gobierno de Maduro se olvidan de agregar que a pesar de la guerra económica, con asedio y manipulación mediática, que la per cápita del venezolano es 9% superior a la registrada en los 30 años últimos.
Pero además, Curcio Curcio informa que se han entregado un millón 700 mil viviendas dignas, como política gubernamental para reactivar la economía, que contrasta con la contracción inducida del sector privado en los últimos cuatro años a diferencia de que el sector público aumentó.
¿Fracasó el modelo socialista?
Dicen que hay un modelo fracasado socialista, pero pregunta ¿para quiénes? Si la producción en Venezuela aumentó el PIB y salieron de la pobreza muchos. A diferencia de las políticas gubernamentales que en los 80 eran neoliberales, la desigualdad era mayor y los capitales se concentraron en los grandes sectores, pero con la llegada del presidente Chávez la riqueza nacional se distribuyó mejor, con mejores viviendas, se revirtió la privatización de los servicios de salud y educación, y las pensiones de los jubilados aumentaron.
Cuando aparece una mayor inflación sube la pobreza, pero en un régimen con sentido humano, a partir de 2003, aumentó la inflación y no la pobreza. Ahí comenzó una agresión económica desproporcionada y con todo ello, si bien los índices de pobreza por ingreso aumentaron, no la estructural, que incluso se revirtió por las políticas de un modelo socialista que se contrapone al planteado por los grandes capitales.
Pasqualina Curcio sostuvo que la lucha por la implantación de un modelo capitalista neoliberal en su país se siente naturalmente amenazado ante la consolidación de un gobierno socialista alternativo en un país con enormes reservas de oro, diamantes, petróleo, y ubicado estratégicamente.
"Desde que Chávez dijo en 2005, vamos al socialismo, nos convertimos en una amenaza para el capitalismo. Dicen que históricamente fracasó el socialismo, nos siguen asediando y boicoteando y promoviendo una imagen mediática en la que pareciera que en efecto fracasamos, pero la realidad ahí está; seguimos en pie y adelantando".
Publicada originalmente en La Jornada Veracruz
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