Durante meses la derecha
fascista mandó a la muerte a los hijos de otros, en un macabro intento por
forzar la caída del gobierno a punta de barricadas y trancones. Las guarimbas
se convirtieron en la marca del odio desmedido de la derecha. Pero al igual que
en el año 2014, nuevamente fracasaron. No tuvieron apoyo, más allá de una
reducida horda de violentos. El pueblo no quiere violencia, ni más muertes ni
más heridos.
Las guarimbas eran parte de
la puesta en escena y del maquiavélico cálculo de unos nefastos líderes, más
dados a la desventura e irresponsabilidad que a la hidalguía y entereza para
enfrentar a sus adversarios políticos en el campo de las ideas y el debate. La
derecha carece de ideas, solo tiene creatividad para generar violencia. No
tienen ni un afanoso plan de gobierno que puedan hacer público. Imposible. Ya
que revelarían todas sus costuras y derivaciones neoliberales.
Pero en la derecha están
claros en sus prioridades. Sus ambiciones primero. Ya ni recuerdan los nombres
de los caídos, los que ellos llevaron al extremis psicótico de la violencia
guarimbera y terrorista. Guevara y sus bandas neofascistas han hecho mutis. Estos
inmorales que organizaron cobardemente las células de choque, las bandas
terroristas violentas, ahora van calladitos y cabizbajos a las elecciones.
Sacan cuentas de las limosnas que arrimarán a su santo. Están claros que en
política nunca se debe renunciar a copar espacios de elección y menos las
preciadas gobernaciones. Eso sería ceder ante sus pares, someterse a los que
tienen como preferencia el suicidio político. Por eso, los que incitaron las
guarimbas ahora van a primarias y luego harán campaña festiva para las
elecciones regionales. Son unos inmorales.
Pero alerta, no hay que
bajar nunca la guardia. La supuesta calma de los agentes del mal, los agentes violentos,
es temporal. Como ellos mismos afirman, la sed de venganza los anima. Están
inoculados de odio y esto es incurable. Nunca van a cesar en sus acciones
violentas y en sus intentos golpistas. Esta gente sigue maquinando cosas. En
las cloacas y bajos fondos deben estar activos planeando más descarga de odio,
más acciones terroristas. Siempre buscando perfeccionar sus métodos para la
violencia, para aterrorizar y agredir al pueblo.
Ninguno de los seudo
“líderes” de la violencia (Borges, Guevara, Capriles, Bizarro y compañía) han
asumido su responsabilidad por estos crímenes, ni han pedido disculpas a los
familiares de las víctimas, a sus seguidores y al país entero que vivieron
meses secuestrados bajo una violencia impuesta, orquestada y planificada por
ellos hasta en sus más mínimos detalles. Toda una coreografía bien sincronizada
entre bandas neofascistas y redes sociales, para construir y vender al país y
al mundo un desquiciado metarrelato, la imagen de que estábamos frente al
apocalipsis, al desenlace final, cuando la verdad era que la violencia siempre
estuvo confinada a los “confortables” espacios territoriales donde gobiernan
autoridades locales de la extrema derecha, principalmente en Miranda; pero
también en Lara, Táchira y Zulia. Las policías de estas entidades siempre han
brindado cobertura y protección para que las bandas criminales neofascistas actúen
libremente y con total seguridad. Servicios como la recolección del aseo urbano
fueron “suspendidos” por semanas enteras en municipios como Sucre e Iribarren,
convirtiendo la basura de las urbanizaciones en materia prima para la guarimba.
Mayor canallada de estos alcaldes cómplices e incitadores de la violencia.
Todo el país sabe que
Borges, Guevara, Capriles, Bizarro y los demás demonios tienen las manos
manchadas con la sangre de nuestros jóvenes. Llegará el momento en que se
enfrenten a la justicia. Alguien de sus células violentas caerá y cantará
completico. Entre cielo y tierra no hay nada oculto. Algún día se develará la
estructura organizativa, fuentes de financiamiento y los métodos empleados para
generar el mal. El país conocerá el verdadero rostro de los supuestos “demócratas”
devenidos en demonios. Algún día el Departamento de Estado develará la copiosa
nómina de sus “empleados” criollos, empezando por el triste esperpento de
Borges.
Por lo pronto nos alegra que
en menos de dos meses se va, sin pena y sin gloria, el inefable Capriles. El
peor gobernador en la historia de Miranda. Se irá con sus delirios y pataletas
a llorar para New York. Good Bye Capriles. No vuelvas más.
Richard
Canan
Sociólogo
@richardcanan
No hay comentarios:
Publicar un comentario