lunes, 27 de noviembre de 2017

INFORME DE OPINADORES



Fuente: A.E. (08:07 HLV)





 – 26/11/2017 

TEMAS ABORDADOS

TEMA: GESTIÓN ECONÓMICA - INFLACIÓN
MATRICES: DEVALUACIÓN – HIPERINFLACIÓN: RESPONSABILIDAD GUBERNAMENTAL, DESASTROSO CONTROL E INTERVENCIONISMO, INEPTITUP Y PREPOTENCIA, FRACASO DEL MODELO ECONÓMICO, URGE AJUSTE INTEGRAL.CRISPACIÓN SOCIAL, HIPERINDEFENSIÓN, DESINSTITUCIONALIZACIÓN Y DESLEGITIMACIÓN, HIPERANOMIA, VULNERABILIDAD CIUDADANA,  RUPTURA DE LA POLARIZACIÓN.
TEMA: ANC - ARTÍCULO 28 DE LA CRBV
MATRICES: DEBILIDAD DE RESERVA EN ACCESO A INFORMACIÓN
TEMA: JUEGOS DEPORTIVOS BOLIVARIANOS, SANTA MARTA - COLOMBIA
MATRICES: DERROTA DE VENEZUELA, AUSENCIA DE EXPLICACIONES SATISFACTORIAS


BALANCE GENERAL
Luis Vicente León (El Universal): (…) intenté entender cómo es posible que el gobierno se haya quedado pegado en una estrategia de control e intervencionismo extremo, frente a la evidencia obvia de su fracaso. ¿Cómo vuelve una y otra vez a ofrecer resolver los problemas, que él ha creado, haciendo lo mismo que lo llevó ahí, ante el desastre monumental de su modelo? Algunos piensan que es un proceso deliberado. (…) Pero no lo creo. (…) Busca culpables (…) para no reconocer, incluso frente a sí mismo, que el culpable de todo esto, incluso de aquello en lo que tiene razón, es él. (…) La única manera de atender este desaguisado es reconocer el error y cambiar. (…) Porque nadie producirá, ni importará, ni venderá, ni aquí ni allá, si no les permiten cubrir sus costos de reposición. Todo lo demás es paja. Anímate a cambiar y cambiarás el país.
Maryclen Stelling  (Últimas Noticias): la crítica situación ha comenzado a horadar las argumentaciones “polarizadas” de la ciudadanía y se generalizan las dudas sobre la justificación del sistema político y social. Acontece igual con los cuestionamientos sobre el manejo de la crisis, la conducción y gestión de gobierno. ¿Podrá la situación económica actuar como puente de unión entre las dos fuerzas políticas? (…) En un contexto hiperinflacionario -víctimas de una fuerte aversión a la crisis política, económica e institucional que nos sobrepasa y escapa a nuestro control- nos hemos convertido en ciudadanos hipercríticos, hiperanómicos, hipersensibles e hiperindefensos.
Luis Britto García  (Últimas Noticias): “Mediante la obligación de consignar datos, el espionaje en Internet y en las redes sociales y mecanismos de análisis como el “Big Data”, archivos públicos y privados pueden compilar sobre nosotros torrentes de información sobre cuyo contenido y uso nada sabemos. (…) El acceso irrestricto a “documentos de cualquier naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o grupos de personas” implica para la República la virtual imposibilidad de mantener en reserva cualquier información. (…) Constitución vigente (…)  Artículo 28 (…) Sugerencia: se debería sustituir la última oración del Art. 28 por: “Igualmente, podrá acceder a los documentos de los archivos del Estado cuando no exista otra manera de probar un derecho que le concierna en forma directa”.
Eleazar Díaz Rangel (Últimas Noticias): “Lo ocurrido en Santa Marta en los hace poco clausurados JDB, no tiene nombre. Colombia nos duplicó con ventaja ¡de más de cien medallas de oro! (213 a 94). ¿Cómo fue posible esa abismal diferencia? ¿Cómo creció el deporte colombiano mientras el de Venezuela se estancaba? ¿Quiénes son los responsables de esa situación? ¿Y cómo explicarán lo ocurrido? ¿Cómo fue posible, por ejemplo, que el esgrimista olímpico dorado perdiera en ese nivel? ¿Sorprendió esa derrota a sus entrenadores en Polonia?
Recibieron todos los recursos necesarios, se financió el entrenamiento de muchos atletas en el exterior, y todas las necesidades en la preparación de centenares de atletas preseleccionados fueron atendidas oportuna y hasta generosamente. No hubo gasto que no se atendiera debidamente.”
EXTRACTOS DE LOS ARTÍCULOS DE OPINIÓN
LUIS VICENTE LEÓN Hiperinflación: hora de reconocer el error (El Universal)
26 de noviembre de 2017 05:02 AM
Leí un día a un analista que explicaba por qué era imposible que en Venezuela hubiera hiperinflación. También dijo que era un pésimo negocio comprar dólares, pues no había duda que se te quemarían las manos cuando su valor descendiera estrepitosamente. Remataba atacando a quienes pensaban distinto a él y acusándolos de corrupción y manejos oscuros. Yo también me he equivocado en algunas proyecciones en mi vida personal y profesional, aunque definitivamente no en estas dos, en la que mi posición ha sido enfáticamente la contraria. Pero la diferencia es que algunos reconocemos que el futuro no se puede proyectar linealmente. Que hay muchas variables incontrolables. Que las ciencias sociales son imperfectas y que nuestro trabajo es organizar los acontecimientos y ayudar a construir los escenarios más probables. Pero el futuro, ese sólo lo analizamos sólidamente cuando se convierte en pasado. Quienes internalizan esta realidad no tienen la inseguridad  de pensar que si se equivocan se acabó todo. Entonces eres libre de seguir analizando y construyendo hipótesis, con el mayor cuidado, ayudando a otros a pensar y planificar, racionalizando su contexto, pero reconociendo las incertidumbres críticas de ese entorno y con tu mente abierta para interpretar los cambios.
¿A qué viene esto a colación? Pues cuando intenté entender cómo es posible que el gobierno se haya quedado pegado en unaestrategia de control e intervencionismo extremo, frente a la evidencia obvia de su fracaso. ¿Cómo vuelve una y otra vez a ofrecer resolver los problemas, que él ha creado, haciendo lo mismo que lo llevó ahí, ante el desastre monumental de su modelo? Algunos piensan que es un proceso deliberado y que el gobierno buscaba la destrucción del país. Yo insisto que eso al menos tendría una justificación dentro de alguna racionalidad, aunque sea la del mal. Pero no lo creo. Este desastre no estaba planificado y el gobierno no se alegra de lo que está pasando, pero no tiene ni la más remota idea cómo resolverlo. Busca culpables externos, conspiraciones empresariales, corruptos propios y complots internacionales, para no reconocer, incluso frente a sí mismo, que el culpable de todo esto, incluso de aquello en lo que tiene razón, es él. La peor combinación: equivocado y prepotente.
Negar la evidencia sólo los lleva a empeorar el entuerto. Cuando creen que el problema es el controlador y no el control, intentan resolver las distorsiones creadas por ellos mismos, controlando más… y más… y más y cambiando controladores como cambiarse de interiores, hasta que todo colapsa. Controlaron el tipo de cambio y el resultado es la devaluación descontrolada. Controlaron los precios, y entramos en la hiperinflación. Expropiaron y destruyeron la capacidad de producción. ¿Y ahora qué? La única manera de atender este desaguisado es reconocer el error y cambiar. Es plantearse un modelo de ajuste integral, que parta por unanegociación con el sector empresarial, para recuperar confianza y estimularle a usar sus recursos, ante un gobierno que no tiene más. Es abrir el mercado cambiario y resolver la distorsión. Es buscar acuerdos de financiamiento nuevo en los multilaterales, para ayudar a palear el costo social brutal que hay que pagar ahora para salir de esta crisis innecesaria.
Nada se resolverá con amenazas, ni cierres, ni presos, ni decretos controladores, ni discursos llenos de hostilidad. Mugabe los utilizó todos y luego de pulverizar los inventarios que quedaban en almacenes y anaqueles… no quedó nada más. Porque nadie producirá, ni importará, ni venderá, ni aquí ni allá, si no les permiten cubrir sus costos de reposición. Todo lo demás es paja. Anímate a cambiar y cambiarás el país.

MARYCLEN STELLING  Hiperciudadania  (Últimas Noticias) 26 noviembre, 2017 6:50 am 
Hoy día, la propia cotidianidad conmina a convivir y juzgar constantemente la conflictividad política, la situación económica, la desinstitucionalización, el entramado corrupto, el cerco internacional…
En cuanto al escenario económico, expertos nacionales e internacionales afirman que el país ha entrado en una espiral “hiperinflacionaria” y predicen un futuro negativo. Durante un largo período de tiempo -sometidos a una creciente crisis de desabastecimiento, a un aumento sostenido y generalizado de precios y a una acelerada pérdida del poder adquisitivo y por tanto del consumo- comprobamos en carne propia la relación entre economía, comportamiento, emociones y actitudes.
Enfrentamos el día a día bajo la desconfianza, ansiedad, miedo, sensación de engaño y una fuerte aversión hacia una situación fuera de nuestro control.
En ningún momento nos asumimos como parte de un problema que se nos impone. Impotentes e indefensos y con la sensación subjetiva de no poder hacer nada, aprendemos a comportarnos pasivamente. Surge entonces el fenómeno de la indefensión ante una situación inflacionaria en la que, a pesar de la prudencia y austeridad en los gastos, es imposible calcular qué se puede adquirir con el dinero que se percibe. A la hiperinflación la ciudadanía responde con hiperindefensión.
En términos “atribucionales”, el manejo de la causalidad ha estado sujeto a la realidad política del país, o sea, a las medias verdades que manejan Gobierno y oposición. Sin embargo, la crítica situación ha comenzado a horadar las argumentaciones “polarizadas” de la ciudadanía y se generalizan las dudas sobre la justificación del sistema político y socialAcontece igual con los cuestionamientos sobre el manejo de la crisis, la conducción y gestión de gobierno. ¿Podrá la situación económica actuar como puente de unión entre las dos fuerzas políticas?
Se impone el descontento generalizado conjuntamente con el gradual deterioro evaluativo de la institucionalidad y de actores políticos. La ciudadanía demanda instituciones fuertes y un claro marco normativo. Sin embargo, ante la crecientedesinstitucionalización y deslegitimación, la sociedad responde con hiperanomia.
En un contexto hiperinflacionario -víctimas de una fuerte aversión a la crisis política, económica e institucional que nos sobrepasa y escapa a nuestro control- nos hemos convertido en ciudadanos hipercríticos, hiperanómicos, hipersensibles e hiperindefensos.
¿Quién podrá defendernos?

LUIS BRITTO GARCÍA  Acceso la información  (Últimas Noticias) 26 noviembre, 2017 6:20 am 
Mediante la obligación de consignar datos, el espionaje en Internet y en las redes sociales y mecanismos de análisis como el “Big Data”, archivos públicos y privados pueden compilar sobre nosotros torrentes de información sobre cuyo contenido y uso nada sabemos. De allí que la Constitución vigente disponga:
Artículo 28. Toda persona tiene el derecho de acceder a la información y a los datos que sobre sí misma o sobre sus bienes consten en registros oficiales o privados, con las excepciones que establezca la ley, así como de conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y de solicitar ante el tribunal competente la actualización, la rectificación o la destrucción de aquellos, si fuesen erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos. Igualmente, podrá acceder a documentos de cualquier naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o grupos de personas. Queda a salvo el secreto de las fuentes de información periodística y de otras profesiones que determine la ley.
Observación: El acceso irrestricto a “documentos de cualquier naturaleza que contengan información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades o grupos de personas” implica para la República la virtual imposibilidad de mantener en reserva cualquier información. Entre otros, proyectos relativos a la política económica, la defensa nacional o la industria de los hidrocarburos, los cuales obviamente contienen información cuyo conocimiento es de interés para especuladores, traficantes de armas, terroristas o competidores. Los documentos relativos al proyecto de reforma constitucional, que el decreto presidencial considera confidenciales, contienen asimismo información de interés para comunicadores y políticos.
Cabe advertir que el artículo 155 de la Ley Orgánica de la Administración Pública adhiere a este régimen de casi absoluta publicidad de los archivos de los poderes públicos al pautar que “toda persona tiene el derecho de acceder a los archivos y registros administrativos (…) por tanto, establece un régimen de acceso total, sin otro límite que la Constitución -que solo fija alguno en lo relativo a seguridad y defensa- o la ley especial, la cual difícilmente podrá vetar el acceso.
Sugerencia: se debería sustituir la última oración del Art. 28 por: “Igualmente, podrá acceder a los documentos de los archivos del Estado cuando no exista otra manera de probar un derecho que le concierna en forma directa”.
ELEAZAR DÍAZ RANGEL El desastre de Santa Marta (Últimas Noticias) 26 noviembre, 2017 6:30 am 
Los Juegos Deportivos Bolivarianos se iniciaron en Bogotá en 1938. Ese año Venezuela debutó en competencias multidisciplinarias, pues igualmente participó en la cuarta edición de los Centroamericanos en Panamá. En ambos, con resultados menos que discretos. Desde entonces nuestros atletas estuvieron en todos los Bolivarianos. Perú los dominó en el 38 y en 1947, cuando fue posible organizar los segundos, en Lima. Correspondió a Caracas la sede de los III en 1951, que también los ganaron los peruanos con Venezuela muy cerca. En atletismo, con triunfo panameño, apenas ganó siete de oro, cuatro de ellas con Devonish y Davis Bell.
Los Juegos se demoraron 10 años para reaparecer en Barranquilla en 1961, y desde entonces fue una hilera de victorias que parecía interminable. Venezuela se impuso en los trece juegos siguientes, siempre seguida por los colombianos, a pesar de que en los Centroamericanos y Panamericanos el desempeño fue más bien irregular, con altas y bajas.
Victorias hasta las competencias en Sucre, Bolivia, (2009) cuando se ganaron por última vez.
Comenzó en Trujillo (2013) un contradictorio período, porque cuando se hizo mayor la asistencia del Estado, más altos los presupuestos al deporte, y hasta en la Constitución bolivariana es reconocido (Art. 111: “Todas las personas tienen derecho al deporte…” etc.) como no sucedió en ninguna de las anteriores, y tuvimos un presidente como Hugo Chávez que estimuló como nunca su promoción, no obstante ello las victorias se alejaron. Colombia superó a Venezuela, que ocupó el segundo lugar. Escribí en esa ocasión, y nunca hubo explicaciones satisfactorias.
Lo ocurrido en Santa Marta en los hace poco clausurados JDB, no tiene nombre. Colombia nos duplicó con ventaja ¡de más de cien medallas de oro! (213 a 94).
¿Cómo fue posible esa abismal diferencia? ¿Cómo creció el deporte colombiano mientras el de Venezuela se estancaba? ¿Quiénes son los responsables de esa situación? ¿Y cómo explicarán lo ocurrido? ¿Cómo fue posible, por ejemplo, que el esgrimista olímpico dorado perdiera en ese nivel? ¿Sorprendió esa derrota a sus entrenadores en Polonia?
Recibieron todos los recursos necesarios, se financió el entrenamiento de muchos atletas en el exterior, y todas las necesidades en la preparación de centenares de atletas preseleccionados fueron atendidas oportuna y hasta generosamente. No hubo gasto que no se atendiera debidamente.
¿Qué explicación escucharemos? Es cierto que Colombia se valió de la sede para obtener ligeras ventajas, incluidas las pesas, donde resucitó el sistema de 3 medallas por cada movimiento, o descartar deportes donde no eran fuertes. Pero esas tretas apenas marcaron diferencia. También se dirá que la delegación fue renovada, con gente joven, lo que es cierto, pero ellos (los menores de 23 años) aportaron la mitad de las medallas.
Si tuvieron todos los recursos que necesitaron, todo cuanto pidieron las federaciones, y si con Maduro se ha continuado esa política de desarrollo del deporte, no se explica cómo pudo ocurrir en Santa Marta tan desastroso desempeño. ¡Que nos superaran por más de 100 medallas de oro no tiene perdón de Dios!
 
#RumboANuevasVictorias 
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