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Un nuevo proyecto de ley para despenalizar el aborto en Argentina fue presentado el martes al Parlamento en medio de una masiva marcha liderada por ONGs que defienden los derechos de las mujeres en el país.
La iniciativa, que ingresó al Congreso para ser tratada nuevamente por los legisladores, contiene modificaciones respecto al proyecto que el año pasado fue rechazado en el Senado.
El nuevo proyecto contempla la inclusión de que toda mujer u otras identidades con capacidad de gestar pueda acceder al aborto, como así se debe garantizar la realización de la práctica sin requerir autorización judicial previa dentro de un plazo máximo de cinco días desde que se lo requiera.
“En esencia, el proyecto es el mismo. Pero hemos hecho algunas incorporaciones, de a acuerdo a la experiencia del año pasado”, dijo Nina Burgo, referente y fundadora de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito y añadió que “es un clamor, sobre todo de la juventud para que definitivamente sea ley la autonomía de las personas al derecho de decidir”.
La iniciativa fue apoyada por masivas manifestaciones de hombres y mujeres identificados con sus característicos pañuelos verdes en diversos puntos del país.
Los impulsores del proyecto argumentan que los abortos clandestinos son la principal causa de mortalidad maternal en Argentina y que las mujeres de bajos recursos son las más expuestas a realizar esos procedimientos en condiciones insalubres.
“Lo único que espero que esta vez voten bien y con conciencia, que piensen en la vida de las pibas (niñas) que se nos mueren por abortos clandestinos en condiciones infrahumanas y que sea ley”, dijo Abril González, estudiante.
Actualmente Argentina permite la interrupción del embarazo en ciertos casos de violación o de riesgo para la salud de la madre, pero algunos organismos han denunciado que muchos jueces demoran la autorización -lo que después vuelve imposible el aborto- y que hay médicos que se niegan a practicarlo.
La nueva iniciativa aclara que en ningún caso se pueden alegar consideraciones personales, religiosas o axiológicas de los profesionales, personal de salud ni de terceros.
“Creo que tenemos que empezar a visibilizar nuestros derechos a estar cada vez más unidas, que somos un montón y exigir la soberanía sobre nuestros cuerpos”, dijo Carolina Fernández, actriz.
En América Latina, solo Cuba y Uruguay permiten a las mujeres decidir la interrupción del embarazo y que el sistema de salud público lo contemple.
Diversos proyectos sobre el aborto legal se han presentado sin éxito al Congreso argentino en los últimos años.
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