Nuevo sistema de divisas del Estado venezolano desnuda incoherencias y contradicciones en actores claves de la oposición venezolana.
El nuevo Dicom, o nuevo sistema de adjudicación de divisas implementado por el Estado venezolano, da inicio a sus operaciones de subasta y correspondiente asignación de divisas a un conjunto de empresas públicas, mixtas y privadas.
Este tema es particularmente sobresaliente al hecho económico venezolano, no sólo por la importancia que reviste la puesta en marcha de este sistema, sino también por las contradicciones que deja al relieve, entendiendo que la política no se deslinda de estas noticias económicas.
Al realizarse la primera subasta del Dicom durante la pasada semana, se emprende con ello una nueva modalidad de transparencia en el proceso de asignación de divisas, cuestión que reviste en atributo a esta nueva metodología.
Fue publicada la lista de empresas que "en caliente" fueron adjudicadas en la subasta. Sobresale entre ellas un conjunto de empresas cuyos dueños se encuentran en la campaña entusiasta del "país quebrado" y la "crisis humanitaria", exigiendo frontalmente un "cambio de gobierno". Hablamos de empresas seriamente comprometidas con la oposición venezolana cuya gendarmería es también vocería política del eterno "malestar económico" empresarial y dependientes de la manutención de divisas del Estado.
El Banco Central de Venezuela dio a conocer el pasado jueves el primer listado con las personas jurídicas y naturales a las que se le aprobaron posturas en la primera subasta del nuevo Dicom, realizada esa semana.
Entre las empresas privadas beneficiadas se observan nombres como Alfonzo Rivas, que recibe 400 mil dólares para la importación de materia prima; Mack, con 90 mil dólares para el pago de deuda; y Laser Airlines, igualmente con 400 mil dólares aprobados para cancelar compromisos. De igual manera aparecen en el listado Michelin Venezuela con 41 mil 959 dólares para la importación de producto terminado. Se destaca además en esta subasta una empresa que en un pasado no muy reciente fue señalada de escamoteo de productos esenciales y sancionada por ello, la comercializadora Makro con 400 mil dólares asignados.
Como dato curioso, resultó adjudicado el Consorcio Credicard (esta empresa señalada de sabotaje electrónico y financiero) con un total de 50 mil dólares para la adquisición de insumos y repuestos. Los datos del Servicio Nacional de Contrataciones reflejan que dicha empresa pertenece en un 47,27% de sus acciones al Grupo Dayco, propiedad única de cinco miembros de la familia D'Agostino, incluyendo a la flamante esposa de Henry Ramos Allup. De hecho, Dayco Telecom CA directamente también recibió asignación por el orden de los 10 mil dólares.
La lista publicada además incluye a un conjunto nada pequeño de pequeñas y medianas empresas e importadoras y un conjunto de personas naturales adjudicadas en la primera subasta del Dicom.
El sector privado venezolano, siempre con una formación económica parasitaria y dependiente de la renta petrolera, ha desarrollado en los últimos años una rara y ambigua relación de "amor y odio" con el Estado venezolano y el sistema político chavista. Aunque el directorio económico del Gobierno asume desde su visión un reacomodo de los sistemas de adjudicación de divisas e incluye en los beneficios al capital privado, las circunstancias creadas desde este hecho desnudan incongruencias del lado opositor.
Agentes conocidos de la vieja élite económica venezolana denuncian al Gobierno de Maduro como "dictatorial y hambreador" pero le extienden la mano para obtener dólares; es una de esas inexplicables cuestiones enmarcadas en la rayada frase, "negocios son negocios", de la burguesía venezolana.
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