Foto referencial
Foto referencial
Caracas, 06 de junio de 2017.- Los trabajadores de Brasil anuncian huelga general para el 30 de junio, con el propósito de exigir la renuncia del presidente de facto Michel Temer, envuelto en actos de corrupción, reseñó la multiestatal Telesur.
Asimismo la clase trabajadora de la nación carioca rechaza la reforma laboral y jubilatoria generadas en el gobierno de Temer.
El secretario de la Central Única de los Trabajadores (CUT), Sergio Nobre, precisó que “si el Congreso Nacional resuelve anticipar la votación de las reformas, vamos a adelantar también las movilizaciones. No permitiremos que voten contra la voluntad del pueblo brasileño”.
Además de determinar la fecha de la huelga general, se acordó la paralización de las principales ciudades de la nación suramericana para el 20 de junio, aseguró Nobre.
Aparte de la CUT también se sumarán a la huelga general la Central de los Sindicatos Brasileños, la Central Sindical y Popular, la Central de los Trabajadores y de las Trabajadoras de Brasil, la Fuerza Sindical, la Intersindical Central de la Clase Trabajadora, la Nueva Central Sindical de Trabajadores Pública Central del Servidor y la Unión General de los Trabajadores.
El portal web de Telesur, se destacó que Temer propuso ante el Senado establecer 65 años como edad mínima (para ambos sexos) para tener acceso a la jubilación y elevar la cantidad de años necesarios para cobrar la pensión completa.
Esta medida fue dada a conocer en medio de una creciente ola de despidos, que ha alcanzado hasta la fecha una cifra histórica de 13,2 por ciento, lo que supera los 13,5 millones de brasileños sin empleo.
Las protestas contra el mandatario no electo se desataron en Brasil luego de que se divulgaran grabaciones como prueba material del soborno aprobado por Temer para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, para que no revelara detalles de la trama de corrupción de Petrobras.
Cabe detallar que en uno de los dos audios divulgados se escucha al presidente de facto hablando con uno de los propietarios de la empresa cárnica JBS, Joesley Batista, y dándole su autorización para el pago de dos millones de reales (637 mil dólares) para comprar el silencio de Cuhna, preso por corrupción en Petrobras.