Brasilia, mayo 28 - Los anuncios del presidente de facto de Brasil, Michel Temer, sobre las medidas de ajuste del precio de los combustibles no lograron frenar el paro del gremio de camioneros iniciado hace ocho días.
Las medidas fueron anunciadas el pasado domingo y refieren a la rebaja de 46 centavos por litro al diesel por 60 días y a partir de ese momento los reajustes serían mensuales.
Pese a estas medidas, el gremio no ve reivindicados sus derechos y argumentan que estos anuncios no cambian la política de precios de Petrobras.
Asimismo, el Sindicato Unificado de los Petroleros del Estado de Sao Paulo informó que se unirán al paro del gremio camionero como una acción de solidaridad con los profesionales del volante y en franco rechazo a la política de reajuste diario de los precios de los combustibles, impuesta por el presidente de la Petrobras, Pedro Parente.
"Esa política de 2016 favorece el mercado internacional y perjudica el pueblo brasileño", dice el comunicado publicado por el sindicato.
Por otra parte, la Federación Única de los Petroleros (FUP) advirtió que establecerán un paro de 72 horas convocado para el 30 de mayo, en petición directa de la renuncia de Parente.
"La huelga no será por salarios, ni beneficios, sino por la reducción de los precios del gas de cocina, de la gasolina y del diesel; por el fin de las importaciones de derivados del petróleo y contra el desmantelamiento de la empresa, que es estratégica para la nación," señaló FUP.
Las medidas fueron anunciadas el pasado domingo y refieren a la rebaja de 46 centavos por litro al diesel por 60 días y a partir de ese momento los reajustes serían mensuales.
Pese a estas medidas, el gremio no ve reivindicados sus derechos y argumentan que estos anuncios no cambian la política de precios de Petrobras.
Asimismo, el Sindicato Unificado de los Petroleros del Estado de Sao Paulo informó que se unirán al paro del gremio camionero como una acción de solidaridad con los profesionales del volante y en franco rechazo a la política de reajuste diario de los precios de los combustibles, impuesta por el presidente de la Petrobras, Pedro Parente.
"Esa política de 2016 favorece el mercado internacional y perjudica el pueblo brasileño", dice el comunicado publicado por el sindicato.
Por otra parte, la Federación Única de los Petroleros (FUP) advirtió que establecerán un paro de 72 horas convocado para el 30 de mayo, en petición directa de la renuncia de Parente.
"La huelga no será por salarios, ni beneficios, sino por la reducción de los precios del gas de cocina, de la gasolina y del diesel; por el fin de las importaciones de derivados del petróleo y contra el desmantelamiento de la empresa, que es estratégica para la nación," señaló FUP.
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