5 cosas que no sabías de los ojos violetas

Pablo Hernández

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La genética y la combinación de los genes entraña, en la mayoría de los casos, formidables e interesantes resultados cuando esos genes mutan o se combinan selectivamente, concluyendo en rasgos tan característicos y extraños que asombran a muchos.

Y uno de estos casos de genotipos combinados son los ojos violetas, los cuales son tan extraños que la mayoría de las personas reaccionan con incredulidad y/o perplejidad cuando se enteran de su existencia. Pero no es falso: existen y han existido siempre personas con este color de ojos. ¿Quieres saber interesantes casos de Síndrome de Alejandría? Haz click aquí

El nombre Alejandría

Al contrario de lo que podría suponerse, el nombre del síndrome no proviene de la conocida ciudad egipcia, sino que su origen se debe a una persona con esta característica. Se sabe históricamente de la existencia de una niña llamada Alexandra quien, en el Londres de 1329, nació con ojos violetas.

Sus padres, pensando que era obra del demonio, la llevaron a la iglesia, donde el sacerdote les afirmó que, lejos de ser un asunto del diablo, se trataba de un privilegio divino contar con esta condición. Gracias a ello, el fenómeno también es llamado síndrome de los afortunados.

Su genética es combinada

Hay muchos factores que intervienen en la composición del color de los ojos, siendo la más importante de ellas la genética. Una pigmentación menor o mayor de melanina cambiará radicalmente el color de los mismos, y el factor determinante de esta es precisamente la combinación de los genes.

Las causas del color violeta en los ojos mezclan varios factores. Los genes EYCL1, EYCL2, EYCL3 son los responsables de pigmentar los ojos de azul o verde, marrón y la regulación de melanina respectivamente. Un último gen, SLC24A4, también interviene en la mutación y combinación, que resulta en un genotipo de color violeta.

Es probable en personas caucásicas

La combinación genética que da como resultado los colores lilas o violetas son más probables en personas caucásicas, es decir, de tonalidades cutáneas claras. Esto se debe a que son ellas las que por naturaleza desarrollan las otras variables genéticas que permiten este raro color.

Entre estas variables están los colores de iris verde, gris y azul. No se tiene constancia de personas de otras variables raciales con probable tendencia a esta coloración de ojos.

Se sospecha que afecta la salud

A pesar de que este es uno de los factores más discutidos, lo cierto es que el síndrome de Alejandría no parece tener relación con afecciones de salud. Si bien, ciertos casos puntuales han aparentemente demostrado lo contrario. La particular combinación de genes que da como resultado este color se debe a una mutación, y podría ocasionar diversos tipos de afecciones, atrofias o “rupturas” en el desarrollo de otros componentes genéticos.
Se sabe de personas con ojos color violeta que pasaron toda su vida con problemas de salud. Pese a ello, no se ha podido demostrar ninguna relación entre estos problemas de salud y los ojos violetas.

No tiene un tratamiento

A pesar de estos factores, pues se desconoce si realmente hay conexión entre el síndrome y el frágil estado de salud de varias de las personas documentadas en tener esta condición, debido a su escasa aparición y pocos datos para investigarlo, no hay un tratamiento para quienes lo tienen.

Por otra parte, los inconvenientes en relación a la salud sobre los que se tiene constancia de las personas con ojos color violeta, no tienen que ver con temas visuales. Es decir, los ojos de este color no deforman ni deterioran la calidad visual de quien los tiene.

Se sabe que ojos de otros colores, como los grises, los verdes o los azules, son más tendientes a los padecimientos visuales, precisamente porque la melanina es un “cobertor” que absorbe la luz. Del mismo modo en que las tonalidades de piel oscuras absorben la luz solar más eficientemente y evitan quemaduras, los ojos oscuros hacen lo propio.

Este no es el caso de los ojos violetas, que continúan teniendo una pigmentación más colorada que los ojos azules o verdes, gracias a lo cual no hay probabilidad alguna de que estos ojos sean más tendientes a padecimientos visuales.